Florencia Revah, de 31 años, fue hallada muerta junto a su expareja, Esteban Alejandro Suárez, de 45, en un camino rural de San Antonio de Areco, a metros de la Ruta Nacional 8. La investigación judicial apunta a un femicidio seguido de suicidio, en un caso que ha generado conmoción por el historial del agresor y la violencia previa en la relación.

Según fuentes policiales y judiciales, Revah y Suárez se encontraron en Nordelta, Tigre, el sábado por la noche. Ella dejó su vehículo en una estación de servicio y ambos viajaron en el Chevrolet Onix blanco de Suárez. El domingo por la mañana, sus cuerpos fueron encontrados en el interior del auto, estacionado bajo un árbol en el camino conocido como Yegua Muerta. Revah presentaba al menos cuatro impactos de bala, uno en el cuello, mientras que Suárez tenía una herida de arma de fuego en la sien. El vehículo mostraba signos de intento de incendio, con un trapo colgando de la tapa de combustible.

La fiscalía, a cargo de Luis Emilio Carcagno, investiga el caso bajo la carátula de "homicidio de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género". Revah había denunciado a Suárez por violencia de género en dos ocasiones, la última en abril de 2025, aunque no existían restricciones de acercamiento vigentes. El entorno de la víctima describe una relación marcada por celos, control y episodios de violencia.

Esteban Suárez tenía antecedentes penales significativos. En 2003 fue condenado a diez años de prisión por el asesinato de Claudio "La Clotta" Lanzetta, un conocido relacionista público, y en 2019 recibió otra condena por lesiones agravadas y amenazas en contexto de violencia de género contra una expareja. Suárez recuperó la libertad en 2020, pero volvió a ser denunciado por Revah en 2021 y este año.

La reconstrucción de los hechos incluye el análisis de cámaras de seguridad, registros de peaje y la activación de antenas telefónicas para determinar el recorrido de la pareja y la escena primaria del crimen. Aunque el auto fue hallado en San Antonio de Areco, las autoridades no descartan que el asesinato haya ocurrido en otro lugar.

El caso ha generado reacciones de familiares y allegados, quienes destacan el historial violento de Suárez y la falta de respuestas efectivas ante las denuncias previas. La sobrina de Lanzetta expresó en redes sociales: "Una escoria menos de los asesinos". El hecho reaviva el debate sobre la reincidencia y la respuesta judicial ante la violencia de género, en un contexto de creciente preocupación por los femicidios en Argentina.