El Partido Justicialista (PJ) bonaerense celebró este sábado su Congreso partidario en la ciudad de Merlo, en un clima de tensión y negociaciones cruzadas entre los sectores que responden a Axel Kicillof y los alineados con Máximo Kirchner. El objetivo central del encuentro fue definir la estrategia electoral de cara a los comicios provinciales del 7 de septiembre, en los que el peronismo buscará mantener su hegemonía en la provincia de Buenos Aires.

Durante la jornada, se conformó una comisión de negociación integrada por representantes de ambos sectores: Federico Otermín y Mariel Fernández por el kirchnerismo, y Verónica Magario y Gabriel Katopodis por el kicillofismo. La resolución faculta al presidente del PJ, Máximo Kirchner, a firmar junto a dos miembros de la comisión para aprobar la integración del frente electoral, garantizando así la participación de todos los espacios en la toma de decisiones.

La elección de Merlo como sede del Congreso no estuvo exenta de polémica, ya que algunos dirigentes preferían realizarlo en La Matanza. Sin embargo, la decisión final recayó en el sector de Kirchner. El debate sobre el desdoblamiento electoral, impulsado por Kicillof, y la distribución de apoderados generó tensiones adicionales, aunque se logró un acuerdo provisorio para avanzar en la conformación del frente.

A pesar de los esfuerzos por mostrar unidad, persisten las desconfianzas entre los distintos sectores. Algunos intendentes y referentes del Movimiento Derecho al Futuro advierten que el acuerdo podría ser solo transitorio y que, tras las elecciones, las diferencias internas podrían resurgir con fuerza. "Todos sabemos que el acuerdo está difícil y que si se da es para la elección y listo, para que Milei no gane por tanto", reconoció un dirigente consultado.

El contexto político nacional también incide en la estrategia del PJ bonaerense. La nacionalización de la campaña, impulsada por el presidente Javier Milei, complica la intención de centrar el debate en cuestiones provinciales. En este escenario, la unidad del peronismo aparece como una condición indispensable para evitar una derrota histórica frente a La Libertad Avanza.

El próximo 9 de julio se inscribirán los frentes electorales y, en los días siguientes, se definirán las candidaturas y la composición de las listas. El desenlace de estas negociaciones será clave para el futuro del peronismo en la provincia de Buenos Aires y su capacidad de enfrentar los desafíos políticos y electorales que se avecinan.