La Confederación General del Trabajo (CGT) ha definido su próxima acción de protesta contra el gobierno nacional, convocando a una movilización para el 7 de agosto, Día de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers. Esta marcha, que tendrá un fuerte sesgo opositor, se produce en un contexto de crecientes tensiones internas dentro de la central obrera y de negociaciones políticas con el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

La decisión de la CGT de volver a las calles responde a la presión de sectores internos que reclamaban una postura más firme frente a la administración de Javier Milei. "Hasta ahora no logramos nada porque el Gobierno no da muestras de querer negociar", expresó un dirigente cegetista, reflejando el malestar por la falta de avances en las negociaciones y por medidas gubernamentales como el cierre de Vialidad.

En paralelo a la convocatoria a la marcha, la CGT mantiene su participación en el Consejo de Mayo, un espacio de diálogo con funcionarios, gobernadores y empresarios donde se discuten reformas laborales y económicas. Sin embargo, la central obrera busca recuperar su perfil opositor y responder a la presión de agrupaciones sindicales más críticas, como la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la UTEP.

La relación con el gobernador Axel Kicillof también atraviesa un momento delicado. En una reciente reunión, la CGT recibió la noticia de que su representación en la lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires se reducirá de tres a un solo lugar, lo que generó descontento y competencia interna por ese puesto. Héctor Daer surge como uno de los posibles candidatos, aunque otros dirigentes sindicales también aspiran a ocupar ese espacio.

La movilización del 7 de agosto busca no solo enviar un mensaje al gobierno nacional, sino también fortalecer la posición de la CGT dentro del peronismo y recuperar credibilidad ante la sociedad. La marcha contará con la participación de otras organizaciones sindicales y sociales, y se enmarca en una tradición de protestas que evocan la histórica consigna "Pan, paz y trabajo".

De cara a las próximas elecciones legislativas, la CGT reclama un papel más relevante en el armado de listas y en la representación política, mientras enfrenta el desafío de mantener la unidad interna y su influencia en el escenario nacional.