El triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela ha generado una profunda conmoción en la sociedad argentina. Las jóvenes, de entre 15 y 20 años, fueron engañadas con la promesa de asistir a una fiesta y trasladadas en una camioneta Chevrolet Tracker blanca hasta una vivienda donde fueron torturadas y asesinadas. Sus cuerpos fueron hallados días después, enterrados en el patio de la casa, tras una intensa búsqueda por parte de familiares y fuerzas de seguridad.

La investigación policial rápidamente apuntó a una banda narco como responsable del crimen. El presunto autor intelectual, conocido como “Pequeño J”, fue detenido en Perú tras una alerta roja de Interpol. Junto a él, otras ocho personas fueron arrestadas, incluyendo colaboradores directos, encubridores y presuntos autores materiales. Entre los detenidos se encuentran ciudadanos argentinos y extranjeros, algunos de los cuales fueron sorprendidos limpiando la escena del crimen durante el allanamiento.

Según los investigadores, el móvil del triple asesinato habría sido el robo de dinero y droga a la organización narco. Se sospecha que la ejecución de las jóvenes fue utilizada como un mensaje de disciplinamiento interno, aunque la supuesta transmisión en vivo del crimen no ha sido comprobada por la Justicia ni por las plataformas digitales involucradas.

El caso ha reavivado el debate sobre la violencia de género y la expansión del narcotráfico en los barrios más vulnerables del conurbano bonaerense. Docentes y organizaciones sociales habían advertido previamente sobre la situación de vulnerabilidad de las víctimas y la falta de respuesta estatal ante el avance narco. El ajuste social, el cierre de comedores y la precarización de la vida en los barrios son señalados como factores que facilitan la consolidación de redes criminales.

En respuesta al crimen, miles de personas marcharon desde Plaza de Mayo al Congreso para exigir justicia y mayor protección estatal. Referentes sociales y políticos denunciaron la connivencia entre bandas narco y fuerzas de seguridad, mientras familiares y docentes reclaman políticas integrales para prevenir la violencia y el avance del narcotráfico. El triple femicidio de Florencio Varela se suma a una preocupante estadística nacional: en lo que va de 2025, se han registrado 93 femicidios en Argentina, varios de ellos vinculados al crimen organizado. El caso plantea la urgente necesidad de abordar la violencia de género y el narcotráfico desde una perspectiva integral y preventiva.