Una ola de calor inusual azotará a gran parte de Argentina durante los primeros días de agosto, con temperaturas que podrían superar los 35°C en el norte del país, según alertó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Este fenómeno, atribuido principalmente a la influencia de "El Niño", está generando un invierno atípicamente cálido y húmedo, alterando los patrones climáticos tradicionales.

El SMN emitió una alerta por temperaturas extremas, especialmente para provincias del norte como Formosa, Chaco y Salta, donde se esperan máximas superiores a los 30°C e incluso podrían alcanzar los 35°C. "El viento norte comenzará a intensificarse a partir del miércoles, elevando las temperaturas y aumentando la nubosidad en el centro y norte del país", detalló el organismo. Entre jueves y sábado, se prevén lluvias y tormentas aisladas en el este, afectando a Buenos Aires, el Área Metropolitana (AMBA) y el Litoral.

Mientras tanto, el sur argentino vive un contraste marcado: Neuquén y el centro-oeste de Río Negro celebran el inicio de la temporada de nevadas, aunque el ascenso térmico podría transformar rápidamente la nieve en lluvia, reduciendo la duración de estos eventos invernales. La Patagonia y la cordillera de Cuyo continuarán con inestabilidad intermitente, alternando entre nevadas y lluvias a lo largo de la semana.

El fenómeno de "El Niño", caracterizado por el aumento anómalo de las temperaturas superficiales en el océano Pacífico tropical, ha incrementado las precipitaciones y generado variaciones térmicas significativas en Argentina. "Estas condiciones inusuales reflejan la diversidad climática del país y la influencia creciente del cambio climático global", señalaron especialistas.

Frente a este escenario, el SMN recomienda a la población mantener cuidados típicos del verano, como una buena hidratación y evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en niños y personas mayores. Las autoridades advierten que la ola de calor podría complicar actividades urbanas y aumentar los riesgos para la salud, obligando a la ciudadanía a adaptarse a un contexto climático cada vez más extremo, incluso en pleno invierno.