En una jornada marcada por la tensión política y económica, el presidente Javier Milei recibió en la Casa Rosada al titular de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), Javier Bolzico, horas después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, criticara públicamente a los bancos por su negativa a aceptar el canje de instrumentos financieros LEFI por Lecaps. Esta situación generó una avalancha de pesos y un aumento de la base monetaria de $10 billones entre el 8 y 10 de julio, según datos del Banco Central, lo que obligó a la entidad a intervenir en el mercado de futuros y de pases para estabilizar el dólar y absorber liquidez.

En paralelo, el Gobierno anunció el cierre de dos programas pertenecientes al ex Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, argumentando que no arrojaron resultados positivos y que solo sostuvieron "militancia y cargos políticos". El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, afirmó que la política de seguridad del gobierno es "implacable con los agresores" y destacó una reducción del 14,3% en homicidios de mujeres. Además, la Oficina Anticorrupción denunció al ex jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Fernando Luis Mengo, por peculado, solicitando que se amplíe la investigación a otros miembros de la fuerza.

Las disputas políticas también se hicieron presentes. La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, cuestionó que Milei gobierna para "un grupo salido de redes sociales" y no para todos los argentinos, mientras la diputada Agostina Villagi denunció agresiones en Formosa y pidió la intervención nacional. En el Congreso, la confrontación entre las diputadas Lilia Lemoine y Florencia Carignano escaló, con acusaciones de difamación y amenazas de confrontación directa.

El contexto económico sigue siendo incierto, a la espera de la primera revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, de cuya aprobación depende un desembolso de US$2.200 millones. El gobierno, por su parte, continúa con su programa de reformas y desregulación, en medio de una creciente polarización política y social. Las próximas semanas serán clave para definir el rumbo económico y político del país, mientras las tensiones entre oficialismo y oposición se mantienen en aumento.