El fallecimiento de Candela, una adolescente rosarina de 17 años, conmocionó a la comunidad local este viernes. La joven, que no presentaba enfermedades preexistentes y se preparaba para su viaje de egresados, se descompensó el miércoles pasado y murió repentinamente en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).

En medio del dolor, la familia de Candela tomó la decisión de donar sus órganos, un gesto que busca dar esperanza a otras personas que esperan un trasplante. "Es una decisión muy dura y fuerte. Ya que Candelita no va a estar más con nosotros, que otras personas reciban vida de ella", expresó Gladys, tía de la joven, en diálogo con medios locales. Lucas, hermano de Candela, agregó: "Lo decidimos con mis padres, poder ayudar a otra gente, que Candela sea parte de otros chicos. Sabemos que ella va a estar, en este momento ella debe estar contenta de la decisión que estamos tomando".

La familia relató que los profesionales médicos del Heca les informaron sobre la posibilidad de donar los órganos de Candela y, tras una reflexión conjunta, optaron por hacerlo. El caso se da en el marco del Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Nacional de Trasplantes para fomentar la cultura de la donación y concientizar sobre su impacto vital.

La historia de Candela y la decisión de su familia ponen en primer plano la importancia de la donación voluntaria y solidaria de órganos, un acto que puede salvar vidas y que representa un profundo compromiso social. El gesto de la familia busca inspirar a otros y generar conciencia sobre la necesidad de donar órganos, especialmente en un contexto donde miles de personas esperan una nueva oportunidad de vida.