Una grave crisis energética afecta a varias provincias argentinas debido a la falta de gas, generando cortes masivos en localidades de Buenos Aires, Mendoza, Salta, San Luis, Córdoba, Santa Fe, Río Negro y Neuquén. La situación ha provocado la reacción de gobernadores e intendentes, quienes denuncian la ausencia de respuestas y coordinación por parte del gobierno nacional.

Según funcionarios provinciales, la única comunicación recibida desde la Secretaría de Energía fue que el restablecimiento del servicio podría demorarse hasta última hora del viernes. "Nos dijeron que nos olvidemos de tener normalizado el servicio por lo menos hasta última hora del viernes", afirmó un funcionario consultado. Además, los gobernadores reclaman no haber sido convocados a las reuniones del comité ejecutivo de crisis y la falta de publicación de actas oficiales, lo que consideran una obligación legal del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).

La exsecretaria de Energía, Flavia Royón, atribuyó la crisis a la inacción y falta de planificación del gobierno, señalando que se debió frenar preventivamente las exportaciones de gas a Chile para priorizar la demanda interna. Royón también sugirió que la decisión de reducir importaciones de combustible para ahorrar divisas contribuyó al problema. Estas críticas contrastan con las declaraciones previas del presidente Javier Milei, quien había asegurado que "nunca volverá a haber faltante de gas en la Argentina".

El corte de gas es especialmente grave en ciudades como Mar del Plata, donde se considera histórico. Además, la falta de control y previsibilidad del sistema energético es señalada como un factor clave en la crisis actual. Cambios regulatorios previos, como el aumento del poder calorífico del gas, también han sido cuestionados, especialmente tras el aumento del 57% en las muertes por monóxido de carbono en 2025.

El silencio de los principales responsables de la política energética, incluyendo a la secretaria María Tettamanti y al viceministro Daniel González, ha generado mayor malestar entre las autoridades provinciales. La crisis pone en evidencia la necesidad de una mejor planificación y coordinación en el sector energético argentino, así como la importancia de inversiones en infraestructura para evitar futuros episodios similares.