El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarilla por vientos fuertes y tormentas que afecta a 14 provincias argentinas entre el miércoles 15 y el jueves 16 de octubre. Según el organismo, las provincias de Buenos Aires, Chubut, Córdoba, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Juan y San Luis experimentarán vientos del sector sur con velocidades de entre 35 y 50 kilómetros por hora, y ráfagas que podrían alcanzar los 80 kilómetros por hora.

En Mendoza, la alerta se extiende por la presencia del viento Zonda, un fenómeno característico de la región, con ráfagas de hasta 75 kilómetros por hora, reducción de la visibilidad y condiciones de humedad muy bajas. El SMN advirtió que este tipo de eventos puede ser peligroso para la salud, los bienes y el medio ambiente, por lo que recomendó evitar actividades al aire libre, asegurar objetos que puedan volarse y mantenerse informado a través de los canales oficiales.

En el norte del país, provincias como Chaco, Corrientes, Formosa, Santa Fe, Misiones, Salta, Jujuy y Santiago del Estero están bajo alerta por tormentas de variada intensidad. Se prevé abundante caída de agua en cortos períodos, frecuente actividad eléctrica, granizo ocasional y ráfagas que podrían superar los 60 kilómetros por hora. El Sistema de Alerta Temprana (SAT) recordó que el nivel amarillo implica la necesidad de informarse y tomar precauciones, mientras que el naranja y el rojo requieren preparación y acción inmediata, respectivamente.

En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el pronóstico indica jornadas parcialmente nubladas, con temperaturas máximas de 26 a 27 grados y vientos moderados. Las autoridades provinciales y nacionales instan a la población a seguir las recomendaciones del SMN y a estar atentos a la evolución de las condiciones meteorológicas. Hasta el momento, no se han reportado incidentes graves, pero se mantiene la vigilancia en las zonas afectadas. Estos eventos meteorológicos refuerzan la importancia de los sistemas de alerta y la preparación ante fenómenos climáticos extremos, que pueden tener consecuencias significativas para la sociedad y el ambiente.