El peronismo celebró este 17 de octubre el 80° aniversario del Día de la Lealtad con una multitudinaria caravana que culminó en el domicilio de la expresidenta Cristina Kirchner, ubicado en el barrio Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Miles de militantes, sindicatos y organizaciones sociales se congregaron desde temprano en distintos puntos de la ciudad, marchando con banderas y cánticos hasta San José 1111, donde Cristina cumple prisión domiciliaria por la causa Vialidad.

La jornada, marcada por un clima de celebración y reclamo político, fue definida por los organizadores como una expresión de unidad y resistencia frente al avance de políticas que, según denunciaron, amenazan derechos laborales, sociales y económicos. En un mensaje difundido por altavoces y redes sociales, Cristina Kirchner agradeció el respaldo recibido y trazó un paralelismo entre la situación actual y la histórica movilización de 1945: "El pueblo no había ido a la plaza por la libertad de un hombre, sino por la libertad de ellos mismos. Si Perón caía, caían los derechos adquiridos".

La exmandataria vinculó su situación judicial con la persecución política y criticó la gestión de Javier Milei, señalando la subordinación de la economía argentina a intereses extranjeros y el endeudamiento creciente. "El Tesoro de los Estados Unidos no está comprando pesos, está comprando tiempo para que los especuladores salgan del laberinto financiero que ellos mismos armaron", afirmó. Además, propuso la creación de una ley de "segunda oportunidad" para hogares vulnerables afectados por el endeudamiento.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof también participó en la movilización y en actos paralelos, donde lanzó duras críticas al gobierno nacional y llamó a construir una alternativa electoral para enfrentar la crisis social y económica. "Hay que dedicarse incansablemente a darle a nuestro pueblo una alternativa a esta derecha insensible", sostuvo.

La movilización fue pacífica y contó con la presencia de referentes políticos y sociales, quienes coincidieron en la necesidad de defender los derechos conquistados y de impulsar políticas que alivien la situación de los sectores más afectados. El evento dejó en claro la vigencia del Día de la Lealtad como símbolo de unidad y resistencia dentro del peronismo, y abrió el debate sobre el futuro político y social del país en vísperas de las elecciones legislativas del 26 de octubre.