Los controladores aéreos de Argentina anunciaron una serie de paros que afectarán los despegues en los principales aeropuertos del país entre el 22 y el 30 de agosto. La medida, impulsada por la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), responde a la falta de acuerdo salarial tras diez meses de negociaciones fallidas con el Gobierno nacional y la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).

El cronograma de paros contempla cinco jornadas en franjas horarias específicas: viernes 22, domingo 24, martes 26, jueves 28 y sábado 30 de agosto, en dos turnos diarios de tres horas cada uno, salvo el martes 26, que suma una franja adicional. Según comunicó ATEPSA, la medida solo restringirá los despegues, mientras que los aterrizajes y los vuelos de emergencia, sanitarios, humanitarios y de búsqueda y salvamento estarán exceptuados. "La acción sindical es legítima y se agotaron todas las instancias legales y administrativas disponibles", señalaron desde el gremio.

El principal reclamo de los controladores es un aumento salarial del 45%, luego de diez meses de salarios congelados y falta de respuesta oficial. Las negociaciones con EANA y el Gobierno continúan abiertas, pero hasta el momento no se han logrado avances concretos. Desde EANA afirman que se han presentado propuestas, aunque no se ha alcanzado consenso con la conducción gremial.

La medida afecta a 54 aeropuertos y a más de 1000 afiliados de ATEPSA, lo que genera preocupación entre las aerolíneas y los pasajeros. Las compañías advierten que incluso paros parciales pueden provocar demoras, reprogramaciones y cancelaciones masivas, debido al efecto dominó en la operación diaria. "Sin controladores aéreos no hay actividad, es el único sindicato que afecta hoy a todos por igual", explicó un vocero del sector.

El conflicto gremial se arrastra desde hace meses y ya había generado amenazas de paro durante las vacaciones de invierno, aunque entonces la conciliación obligatoria suspendió las medidas. Ahora, con el vencimiento de esa instancia y la persistente falta de acuerdo, ATEPSA decidió avanzar con el plan de lucha aprobado por unanimidad en el Plenario Nacional de Delegados.

En paralelo, otros gremios aeronáuticos, como la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), también evalúan medidas de fuerza, lo que podría sumar complicaciones adicionales al sistema aéreo nacional. Las autoridades instan a los pasajeros a verificar el estado de sus vuelos y prepararse para posibles demoras y reprogramaciones. El desenlace del conflicto dependerá de las próximas negociaciones entre las partes, en un contexto de tensión creciente en el sector.