El caso de Priscila Quesada, una joven salteña de 20 años, ha generado conmoción en la provincia de Salta y en todo el país. Priscila fue reportada como desaparecida el pasado 16 de mayo, luego de que informara a su familia que debía someterse a una cesárea programada en el hospital San Vicente de Paul, en Orán. Según su relato, estaba embarazada de mellizas y padecía un tumor cerebral que requería atención urgente.

La desaparición de la joven movilizó a las fuerzas de seguridad, medios de comunicación y a la comunidad, quienes participaron activamente en su búsqueda. Sin embargo, el 22 de mayo, la fiscal penal de Orán, Mariana Torres, confirmó que Priscila fue encontrada sana y salva en una vivienda de Aguaray, a 140 kilómetros de su hogar en Pichanal. Estaba acompañada por un hombre y se constató que nunca estuvo embarazada.

El caso tomó un giro inesperado cuando se descubrió que Priscila había utilizado inteligencia artificial para falsificar imágenes de su supuesto embarazo, baby shower e incluso del nacimiento de las mellizas. Estas imágenes, que incluían fotos editadas y tomadas de internet, fueron enviadas a su familia para sostener la mentira. Además, durante su desaparición, Priscila envió mensajes falsos a sus familiares, afirmando que había tenido complicaciones de salud y que sería trasladada a Buenos Aires.

La familia de Priscila expresó su indignación y dolor tras conocer la verdad. "Pasamos noches enteras sin dormir, temiendo lo peor. Tu madre y tu primo viajaron desde Buenos Aires desesperados por encontrarte. Y vos, sin corazón, jugaste con todos nosotros", expresó un familiar en redes sociales. También pidieron disculpas públicas a quienes participaron en la búsqueda y señalaron que Priscila necesita ayuda psicológica.

El caso ha generado un debate sobre el impacto emocional y social de este tipo de engaños, así como sobre el uso de recursos públicos en la búsqueda de personas desaparecidas. La justicia ahora investiga si el accionar de Priscila constituye un delito penal. Mientras tanto, expertos en salud mental han señalado la importancia de evaluar el estado psicológico de la joven para entender las motivaciones detrás de su conducta.

Este incidente también pone en evidencia el potencial de las tecnologías, como la inteligencia artificial, para crear engaños complejos que pueden tener consecuencias graves. La comunidad y las autoridades locales han llamado a la reflexión sobre la necesidad de estar alerta ante este tipo de conductas y de fortalecer los mecanismos de prevención y detección de fraudes.