El gobierno de Javier Milei enfrenta una de sus semanas más difíciles tras sufrir una contundente derrota en la Cámara de Diputados, donde la oposición logró aprobar iniciativas clave como el financiamiento universitario y la declaración de emergencia pediátrica. Estas medidas, que obligan al Ejecutivo a mejorar los recursos para hospitales y universidades, se contraponen al estricto ajuste fiscal recomendado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige mantener un superávit primario del 1,6% del PBI para 2025 y controles rigurosos en el gasto social.

La sesión legislativa dejó expuesta la debilidad política del oficialismo, que perdió 12 votaciones consecutivas y vio cómo aliados recientes se sumaban a la oposición. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció públicamente la derrota y anticipó que el presidente Milei vetará todas las leyes que impliquen aumentos en el gasto público, defendiendo la disciplina fiscal como pilar de la gestión. "Todo lo que podamos vetar, lo vetaremos", afirmó Francos, atribuyendo la ofensiva opositora al contexto preelectoral y a la búsqueda de rédito político.

Mientras tanto, el Congreso intensifica su protagonismo en la asignación de partidas presupuestarias, tensionando la relación con el Ejecutivo y abriendo el debate sobre la soberanía fiscal. El ajuste impulsado por Milei desde el inicio de su mandato ha generado superávits mensuales, pero a costa de recortes en subsidios, prestaciones sociales y transferencias a provincias, lo que ha erosionado el poder adquisitivo y los servicios esenciales.

En paralelo, el oficialismo trabaja en la consolidación de alianzas partidarias de cara a las elecciones legislativas de octubre, donde se renovarán 127 escaños en Diputados y 24 en el Senado. La Libertad Avanza ha sellado acuerdos con fuerzas como PRO y UCR en distritos estratégicos, aunque persisten negociaciones abiertas en otras provincias.

El clima social se vio reflejado en las movilizaciones por el Día de San Cayetano, donde sindicatos, organizaciones sociales y agrupaciones políticas reclamaron en Plaza de Mayo contra el ajuste y el acuerdo con el FMI. Bajo el lema "Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo", los manifestantes exigieron mayor inversión en salud, educación y protección social, evidenciando el creciente descontento ante las políticas de austeridad.

El escenario político y económico argentino se encuentra así en un momento de alta tensión, con el Congreso y la sociedad civil desafiando el rumbo fiscal del gobierno y el FMI, y con la mirada puesta en las próximas elecciones legislativas, que podrían redefinir el equilibrio de poder y la orientación de las políticas públicas.