Corrientes se encamina a una elección provincial clave el próximo 31 de agosto, en un contexto de alta fragmentación política y tensiones con el gobierno nacional. El actual gobernador, Gustavo Valdés, no podrá presentarse a la reelección, pero lidera la conformación de "Vamos Corrientes", un frente que agrupa a 23 partidos reconocidos y cuenta con el respaldo de la mayoría de los intendentes locales. Entre los posibles candidatos a sucederlo se mencionan a su hermano, Juan Pablo Valdés, y al intendente de la capital, Eduardo Tassani.

El escenario electoral se complica por la presencia de múltiples frentes opositores. El Partido Justicialista, bajo el nombre "Limpiar Corrientes", logró normalizar su estructura tras una intervención y apuesta a llegar a un eventual balotaje. Por su parte, La Libertad Avanza (LLA) competirá con lista propia, encabezada por el diputado nacional Lisandro Almirón, mientras que el exgobernador Ricardo Colombi buscará regresar al poder con el frente Encuentro por Corrientes (ECo).

El sistema electoral provincial exige que un candidato obtenga al menos el 45% de los votos para ganar en primera vuelta, o el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo. De no alcanzarse estos umbrales, se realizará un balotaje el 21 de septiembre. Tanto el oficialismo como la oposición consideran posible una segunda vuelta, lo que podría favorecer alianzas circunstanciales contra el candidato de Vamos Corrientes.

En medio de la campaña, Valdés endureció su postura frente al presidente Javier Milei, criticando los recortes en fondos nacionales y reclamando una nueva ley de coparticipación. "Tenemos que hacer frente a los gastos de salud, educación, seguridad, obras", afirmó el gobernador, sumándose a los reclamos de otros mandatarios provinciales.

La definición de candidaturas se conocerá en los próximos días, mientras crecen las expectativas sobre el impacto de la fragmentación opositora y la capacidad del oficialismo para retener el poder. El resultado de Corrientes será observado como un termómetro político nacional, en un año donde solo dos provincias renuevan autoridades.