El barrio porteño de Villa Crespo fue escenario de una tragedia que conmocionó a la comunidad. Laura Leguizamón, de 50 años, asesinó a su esposo Adrián Seltzer, de 53, y a sus hijos Ian e Ivo, de 15 y 12 años respectivamente, antes de quitarse la vida. El hecho ocurrió en el departamento familiar ubicado en la calle Aguirre, donde los investigadores encontraron una carta escrita por la mujer que reflejaba un estado emocional profundamente alterado.

Según las autoridades, Leguizamón sufría de problemas de salud mental y había discontinuado su tratamiento psiquiátrico en los últimos meses. En la escena del crimen se hallaron medicamentos antidepresivos y antipsicóticos, así como una carta con frases confusas que sugieren una crisis emocional severa. La autopsia reveló que los hijos intentaron defenderse, mientras que el esposo fue atacado mientras dormía.

El fiscal César Troncoso, a cargo de la investigación, señaló que el psiquiatra de Leguizamón había recomendado su internación, pero esta no se concretó. Además, se supo que la familia enfrentaba presiones económicas, lo que podría haber agravado la situación. En la carta, la mujer mencionaba frases como "Íbamos a la calle", lo que sugiere un posible desalojo o pérdida del hogar.

La hermana de Laura, Nora Leguizamón, describió a su hermana como una persona generosa y comprometida con su familia, y expresó su dolor por no haber detectado la magnitud del problema. "Mi hermana estaba enferma. La mente, cuando colapsa, hace cosas que no se entienden", declaró.

El caso ha generado un intenso debate sobre la atención a la salud mental en Argentina. Especialistas en psiquiatría forense analizan el caso como un posible "homicidio altruista", en el que el paciente, en su delirio, cree que debe proteger a sus seres queridos de un mal mayor. La comunidad local, por su parte, expresó conmoción y solidaridad, aunque también se registraron juicios en redes sociales que la familia calificó como dolorosos.

Este trágico suceso pone de relieve la importancia de un acceso oportuno y efectivo a tratamientos psiquiátricos, así como la necesidad de prestar atención a los signos de desequilibrio emocional para prevenir tragedias similares en el futuro.