La filtración de audios atribuidos al ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Diego Spagnuolo, desató una crisis política que involucra directamente a Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional y figura relevante en el armado territorial de La Libertad Avanza. En las grabaciones, Spagnuolo acusa a Menem de ser parte de un esquema de presuntos sobornos a prestadores de salud, lo que generó una ola de denuncias y sospechas sobre el funcionamiento interno del gobierno.

Desde el estallido del caso, ocurrido el 19 de agosto, la familia Menem ha denunciado una campaña de desprestigio en su contra. Eduardo Menem, ex senador y padre de Martín Menem, expresó públicamente su malestar por el "manoseo" de su apellido y pidió cautela hasta que la Justicia se expida. “Defiendo mi apellido, mi familia, defiendo el honor de mis hijos y nietos, que se ven perjudicados por esta campaña de desprestigio, que no tiene ningún fundamento serio”, sostuvo en declaraciones a la prensa.

Por su parte, Lule Menem emitió un comunicado oficial en el que negó cualquier participación en contrataciones o hechos ilícitos dentro de la ANDIS, atribuyendo las acusaciones a una operación política en vísperas de las elecciones provinciales. “Jamás tuve intervención de ningún tipo en las contrataciones del ANDIS. Ni de manera formal ni de manera informal”, afirmó, y agregó que nunca dialogó con Karina Milei ni con el presidente sobre temas vinculados a la agencia.

El presidente Javier Milei también se pronunció sobre el escándalo, desestimando la veracidad de las denuncias y anunciando acciones legales contra Spagnuolo. “Todo lo que dice (Diego Spagnuolo) es mentira. Lo vamos a llevar a la justicia y vamos a probar que mintió”, declaró durante una caravana de campaña en Lomas de Zamora.

El caso ha generado tensiones internas en el oficialismo, especialmente en el contexto de la campaña electoral en Corrientes y Buenos Aires. Mientras algunos funcionarios optaron por el silencio, Martín Menem salió en defensa de su primo y de Karina Milei, reforzando la estrategia de cerrar filas ante la crisis. En paralelo, opositores como Elisa Carrió han criticado la gestión y sugerido vínculos de la familia Menem con negocios privados, lo que ha sido rechazado por los involucrados.

La filtración de los audios también puso en evidencia la preocupación por la seguridad de las comunicaciones oficiales y la exposición de figuras que habitualmente se mantenían en un bajo perfil. El desenlace judicial y político del caso podría tener implicancias significativas para el gobierno y la familia Menem en el corto plazo.