En los últimos días, Santiago Caputo, asesor presidencial de Javier Milei, ha estado en el centro de la polémica tras un incidente con un fotógrafo durante un debate legislativo en Buenos Aires. Según denuncias, Caputo fotografió la credencial del reportero gráfico Antonio Becerra, un gesto que fue interpretado como intimidatorio. Este hecho fue incorporado como un "hecho nuevo" en una causa previa presentada por el diputado Facundo Manes, quien acusa a Caputo de un patrón de comportamiento intimidante.

El incidente ocurrió en el marco del debate de candidatos a legisladores porteños, donde Caputo asistió en apoyo a Manuel Adorni, vocero presidencial. Según testigos, Caputo bloqueó la cámara del fotógrafo y luego tomó una foto de su credencial. El Gobierno, a través de Adorni, defendió a Caputo, argumentando que su intención era verificar la calidad de las fotografías y no intimidar al periodista.

Este episodio ha generado una ola de repudios en la Legislatura porteña. Legisladores de Unión por la Patria, la UCR y otros espacios presentaron proyectos de declaración condenando el accionar de Caputo. Argumentan que este tipo de comportamientos representan una amenaza a la libertad de prensa y los valores democráticos. Además, citan un informe de FOPEA que señala un aumento en los ataques a periodistas durante el gobierno de Milei.

En paralelo, Caputo ha estado involucrado en maniobras políticas internas, incluyendo la designación de aliados en puestos clave dentro del gobierno. Estas acciones han generado tensiones dentro de La Libertad Avanza y con otras fuerzas políticas, como el PRO.

El incidente también ocurre en un contexto de creciente tensión política en Buenos Aires, donde La Libertad Avanza busca consolidar su posición frente a otras fuerzas como el PRO y el peronismo. La relación entre el gobierno y la prensa ha sido tensa, con un aumento en los ataques a periodistas reportados por organizaciones como FOPEA.

Este episodio podría tener implicaciones significativas en la percepción pública del gobierno de Milei, especialmente en su relación con los medios de comunicación y su manejo de las tensiones internas en su partido. Mientras tanto, la oposición y organizaciones de prensa continúan exigiendo medidas para garantizar la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas.