El debate por la reforma laboral en Argentina suma un nuevo capítulo con la decisión del kirchnerismo de presentar su propio proyecto en el Senado, en abierta oposición a la iniciativa impulsada por el presidente Javier Milei. El texto alternativo, elaborado con la colaboración de gremios y sectores del Partido Justicialista, busca modificar aspectos centrales del proyecto oficial y responde a la preocupación por el impacto del modelo económico actual en el empleo formal.

Según fuentes kirchneristas citadas por La Nación, el proyecto alternativo parte de un diagnóstico crítico sobre la situación laboral en el país y sostiene que la reforma propuesta por el Gobierno no contribuirá a la creación de empleo. "El modelo económico es lo que impacta de lleno en tener más o menos trabajadores formales", señala el texto, que cita datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) para advertir que entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 se perdieron 276.624 empleos registrados y 19.164 empleadores.

El proyecto oficial, que el Gobierno denomina de "modernización" laboral, introduce cambios en las indemnizaciones, busca agilizar los procesos judiciales laborales, restringe el derecho de huelga y amplía las actividades consideradas esenciales, entre otras modificaciones. Además, permite el pago de salarios en moneda extranjera y regula aspectos como las licencias por enfermedad y la organización de asambleas.

Por su parte, el kirchnerismo enfatiza el desgaste físico y mental de los trabajadores debido al pluriempleo y propone reformas que, según sus impulsores, reducirían la siniestralidad y los costos empresariales asociados a la seguridad laboral. Los legisladores afines a Cristina Kirchner buscan negociar con otros bloques para sumar apoyo a su dictamen y anticipan un debate legislativo intenso.

En paralelo, la CGT y La Cámpora anunciaron una movilización hacia la Plaza de Mayo en rechazo a la reforma laboral del Gobierno, evidenciando la fuerte oposición sindical y política al proyecto oficial. Mientras tanto, el oficialismo continúa negociando con gobernadores y otros sectores para lograr el dictamen de mayoría en el Senado.

El desenlace de este debate será clave para el futuro del mercado laboral argentino y podría marcar un nuevo capítulo en la relación entre el Gobierno, la oposición y los sindicatos.