El secretario de Política Económica, José Luis Daza, defendió la política cambiaria del gobierno argentino y descartó la posibilidad de una devaluación en el corto plazo, durante una conferencia organizada por el Institute for International Finance (IIF) en Buenos Aires. Daza aseguró que el tipo de cambio actual es el resultado de la oferta y la demanda, y que el dólar bajo llegó para quedarse. “Si yo fuera un empresario, no haría planes pensando en que un salto devaluatorio me va a salvar si no soy competitivo”, afirmó el funcionario, subrayando que el nuevo modelo económico llegó para quedarse.

El viceministro explicó que el déficit de cuenta corriente, que alcanzó los US$5.191 millones en el primer trimestre del año, es un fenómeno esperable en una economía en crecimiento y que está siendo financiado principalmente por inversión privada. “Un déficit de cuenta corriente de 2% en un país que crece hasta el 6% anual es algo absolutamente esperable”, sostuvo Daza, quien además minimizó los riesgos de este desequilibrio al compararlo con experiencias internacionales como las de México y España.

Daza también proyectó un cambio fundamental en la balanza de pagos argentina, con un superávit estimado de hasta USD 60.000 millones en los sectores energético y minero para 2033, el doble de lo que actualmente aporta el sector agropecuario. Además, destacó la reducción de la deuda pública en USD 50.000 millones y el compromiso del gobierno con el superávit fiscal y la no emisión de deuda para financiar el gasto.

El funcionario remarcó que la inflación anual podría ubicarse por debajo del promedio mundial y que la economía argentina está dejando atrás la inercia inflacionaria. “Mucha gente pensó que estábamos bajando la inflación a costa de una gran depresión. Y la realidad es que no pasó”, señaló Daza, quien enfatizó la importancia de la disciplina fiscal y la política monetaria restrictiva para sostener la estabilidad.

Si bien el mensaje oficial es optimista, algunos sectores exportadores expresan preocupación por la pérdida de competitividad que implica un peso fuerte. Daza respondió que la clave para el futuro será la innovación y la eficiencia, más que la dependencia de devaluaciones. El gobierno, por su parte, continuará monitoreando la evolución de la balanza de pagos y el déficit externo, en un contexto de expectativas de mayor ingreso de capitales y crecimiento sostenido.