La expresidenta Cristina Kirchner reavivó el debate sobre la situación económica argentina al publicar un mensaje crítico dirigido al presidente Javier Milei. Desde su prisión domiciliaria, Kirchner advirtió sobre una fuga récord de dólares y la ausencia de inversiones, señalando que “tenés a media Argentina que no llega a fin de mes y se endeuda para comer”. Además, cuestionó la política de ajuste fiscal y la retención de fondos a las provincias, y calificó de insostenible el modelo económico actual.

La respuesta oficial no se hizo esperar. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desestimó las críticas y defendió la gestión económica del gobierno. “Ha habido una mejora sustancial en la economía. Ha habido una mejora en el consumo en la Argentina”, afirmó Francos, quien también subrayó la importancia de mantener el equilibrio fiscal y la reducción de impuestos como ejes del plan económico. Por su parte, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, fue más allá y acusó a la gestión kirchnerista de haber impulsado un “chamanismo económico” que, según él, dejó altos niveles de inflación y pobreza. Quirno defendió el superávit financiero alcanzado y aseguró que la deuda se está reduciendo en términos absolutos y relativos al PBI.

El debate se produce en un contexto de alta tensión política y social, con la economía argentina atravesando una prolongada crisis caracterizada por inflación, endeudamiento y fuga de capitales. Según datos oficiales, en mayo se registró una salida de USD 3.226 millones, mientras que la inversión extranjera directa muestra un saldo negativo de USD 1.500 millones desde diciembre de 2023. El gobierno sostiene que estos indicadores están mejorando, mientras que la oposición advierte sobre el deterioro social y la falta de perspectivas de crecimiento sostenible.

La discusión también refleja la polarización política y la preocupación por el futuro económico del país. Mientras el oficialismo insiste en que la reducción del déficit y el equilibrio fiscal son fundamentales para la recuperación, la oposición pone el foco en el impacto social de las políticas de ajuste y en la necesidad de atraer inversiones genuinas. El debate sobre el rumbo económico argentino sigue abierto y promete nuevos capítulos en los próximos meses.