Un juez de familia de Neuquén autorizó una cirugía de urgencia para un bebé recién nacido, pese a la negativa de sus padres, miembros de los Testigos de Jehová, quienes se oponían a una posible transfusión de sangre por motivos religiosos. El bebé, de menos de 24 horas de vida, fue diagnosticado con una obstrucción intestinal y trasladado de urgencia desde San Martín de los Andes al hospital Castro Rendón, el centro de mayor complejidad de la región.

Ante la gravedad del cuadro y la oposición de los padres, la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes solicitó una medida judicial urgente. El juez Luciano Zani resolvió autorizar la intervención quirúrgica y la transfusión de sangre, en caso de ser necesaria, fundamentando su decisión en la Convención sobre los Derechos del Niño y la legislación nacional. "El interés superior del niño debe guiar cada actuación judicial y administrativa", sostuvo el magistrado, y remarcó que "el derecho a la vida y a la salud son prioritarios y no pueden ser condicionados por las creencias de los padres, cuando la situación del menor es crítica".

La intervención médica se realizó con éxito y el bebé evoluciona favorablemente. La Defensoría de Zapala continúa el seguimiento del caso para garantizar el bienestar del menor. El episodio reavivó el debate sobre los límites de la responsabilidad parental, la libertad religiosa y la obligación del Estado de intervenir para proteger los derechos fundamentales de los niños. El juez Zani subrayó que, si bien los padres pueden transmitir valores y creencias, estos no pueden restringir el acceso del niño a cuidados médicos esenciales cuando su vida está en riesgo. El caso se suma a otros antecedentes en los que la justicia argentina priorizó la protección de la infancia ante situaciones de riesgo vital.