La política argentina atraviesa días de alta tensión tras la confirmación de la condena y detención de Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema. Este hecho ha generado una fuerte conmoción en el escenario nacional, desplazando al Gobierno de Javier Milei de la centralidad mediática y política que había mantenido desde su asunción. En respuesta, el oficialismo busca retomar la iniciativa con una serie de reformas y anuncios clave, mientras enfrenta internas y negociaciones con aliados y gobernadores.

En la Casa Rosada, la mesa chica del Gobierno, integrada por Karina Milei, Santiago Caputo, Guillermo Francos y Eduardo "Lule" Menem, se reunió para definir los próximos pasos. El objetivo es mostrar normalidad institucional y avanzar con una agenda propia, en medio de la efervescencia política generada por la situación judicial de la ex presidenta. "No nos asusta vetar", repiten en los pasillos oficiales, en referencia a la estrategia de frenar leyes que consideren contrarias al equilibrio fiscal.

El Gobierno acelera la firma de decretos para eliminar organismos estatales y fusionar dependencias, en un intento por reducir el gasto público antes de la caducidad de las facultades delegadas. Además, se intensifican los contactos con bloques legislativos y gobernadores para aprobar reformas en las leyes Penal Tributaria y de Procedimiento Fiscal, buscando incentivar la formalización de dólares no declarados y blindar datos fiscales de los ahorristas.

En paralelo, el oficialismo enfrenta tensiones internas entre sectores liderados por Menem y Caputo, así como negociaciones con el PRO y el radicalismo para definir las listas de cara a las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. La falta de acuerdo en el peronismo, tras la proscripción de Cristina Kirchner, también reconfigura el tablero electoral.

En el plano económico, el Gobierno anunció la eliminación del feriado del Día del Empleado Público y reformas en subsidios a clubes, mientras enfrenta críticas por el aumento del desempleo al 7,9% y la pérdida de más de 12.000 pymes desde el inicio de la gestión. Sectores sindicales y productivos expresan preocupación por el impacto de las medidas de ajuste y la recesión.

El oficialismo busca mostrarse unido y decidido a mantener el equilibrio fiscal, mientras la oposición reorganiza su estrategia en un contexto de alta volatilidad política. Las próximas semanas serán clave para definir alianzas y candidaturas, en un clima de incertidumbre y expectativa por el futuro político y económico del país.