Víctor Díaz, un peón rural de origen paraguayo que residía y trabajaba desde hace 11 años en una estancia de San Vicente, provincia de Buenos Aires, fue despedido de manera sorpresiva por su empleador. La noticia cobró notoriedad nacional luego de que Díaz compartiera en redes sociales un video en el que, visiblemente emocionado, se despedía de su perro antes de abandonar el campo. La escena, que rápidamente se viralizó, generó una ola de solidaridad y puso en el centro del debate las condiciones laborales de los trabajadores rurales en Argentina.

Según relató el propio Díaz, el despido se produjo sin explicaciones claras. El empleador le comunicó la decisión y le exigió abandonar la vivienda que ocupaba en el predio. Díaz, que había documentado su vida y trabajo en el campo a través de redes sociales, señaló que la exposición de su rutina habría sido el motivo de su desvinculación, aunque aseguró que nunca mostró ni nombró a nadie de la estancia. “Me dijeron que ofendía a la gente con mis videos, pero yo solo mostraba mi trabajo, mis caballos, mis perros”, explicó.

La repercusión del caso motivó la intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y del sindicato UATRE. Una inspección oficial constató graves irregularidades en el establecimiento, incluyendo cables eléctricos expuestos, ausencia de elementos de protección personal y condiciones higiénicas deficientes tanto en el lugar de trabajo como en la vivienda. El empleador fue intimado a regularizar la relación laboral y a mejorar las condiciones de salud y seguridad.

El caso de Díaz fue calificado como "testigo" por el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, y por representantes sindicales, quienes señalaron que refleja una problemática extendida de precarización y despidos injustificados en el sector rural. “Detrás de cada historia hay una injusticia que no podemos dejar pasar”, afirmó Natalia Sánchez Jauregui, secretaria de UATRE.

Mientras tanto, Díaz recibió numerosas muestras de apoyo, ofertas laborales y ayuda económica de seguidores y organizaciones. El Ministerio de Trabajo bonaerense recordó los canales disponibles para denunciar situaciones similares y subrayó la importancia de fiscalizar y garantizar los derechos laborales en el ámbito rural. El caso reavivó el debate sobre la exposición en redes sociales y la protección de los trabajadores en contextos de alta vulnerabilidad, en un escenario de flexibilización y menor control estatal.