El Hospital Garrahan de Buenos Aires se convirtió en el primer hospital público de Argentina en realizar una cirugía fetal intrauterina para tratar mielomeningocele, una grave malformación congénita de la columna vertebral. La intervención, llevada a cabo el 9 de abril por un equipo multidisciplinario de más de 25 profesionales, permitió que la beba naciera en buen estado de salud el pasado 15 de junio, marcando un hito en la medicina pediátrica nacional.

La paciente, una joven de 28 años, fue diagnosticada durante el embarazo con mielomeningocele, la forma más severa de espina bífida. La cirugía, realizada en la semana 27 de gestación, consistió en exponer el útero fuera del abdomen materno para reparar la lesión espinal del feto. "Fue una cirugía perfecta, operamos la malformación en la semana 27 del embarazo y nació en la 36, con una cicatriz perfecta", relató la obstetra y especialista en medicina fetal Analizia Astudillo, quien estuvo a cargo de la intervención y la cesárea.

El procedimiento, que duró casi cuatro horas, contó con la colaboración de especialistas del Hospital de Clínicas de Curitiba, Brasil, y fue coordinado en el marco del Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal del Garrahan. Tras la cirugía, la madre permaneció internada y luego alojada en Casa Garrahan hasta el nacimiento de la beba, quien no requirió cuidados intensivos ni intervenciones adicionales al nacer.

Patricia Bellani, jefa de Neonatología del hospital, destacó: "El haber podido realizar tanto la cirugía fetal como la cesárea en el mismo hospital donde se atenderá a la bebé es un enorme paso en la atención integral y humanizada de estos casos complejos". El equipo interdisciplinario realizará el seguimiento de la niña hasta los 18 años, garantizando una atención continua y especializada.

Hasta ahora, este tipo de cirugías solo se realizaban en el sector privado, lo que limitaba el acceso a pacientes sin cobertura médica. El avance del Garrahan representa un paso fundamental para reducir la brecha en el acceso a tratamientos de alta complejidad y mejorar la calidad de vida de niños con malformaciones congénitas. El hospital reafirma así su rol como centro de referencia nacional e internacional en pediatría y salud fetal, y sienta un precedente para la replicación de este modelo en otros hospitales públicos de la región.