La ciudad de Corrientes enfrenta desde este sábado un paro total e indefinido del servicio de colectivos urbanos, tras el fracaso de las negociaciones entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las empresas del sector. La medida, confirmada por el secretario general de la UTA local, José Luis Sabao, responde a la falta de pago completo de sueldos y aguinaldo a los trabajadores.

Según informaron fuentes gremiales, la última reunión entre representantes de los trabajadores y empresarios finalizó sin acuerdo. “Tienen que responder al sueldo y aguinaldo, sino mañana no sale ningún colectivo”, advirtió Sabao tras el encuentro. El gremio denunció que las empresas solo depositaron una suma parcial del salario y no abonaron el Sueldo Anual Complementario (SAC), incumpliendo la escala salarial vigente.

Por su parte, los empresarios argumentaron que actualmente no cuentan con los recursos suficientes para cumplir con los pagos exigidos, lo que dificulta avanzar en una solución inmediata. La oferta empresarial fue de 1.200.000 pesos, mientras que la escala firmada el 29 del mes pasado establece un salario de 1.270.000 pesos. Además, no hubo propuesta concreta respecto al aguinaldo, lo que profundizó el malestar entre los trabajadores.

El conflicto se produce en un contexto de recientes aumentos en la tarifa del boleto, que comenzó a regir el jueves pasado, y de tensiones por la situación económica del sector. Los trabajadores consideran que tanto el sueldo como el aguinaldo son de carácter alimentario y rechazan cualquier pago en cuotas o diferido. “La unidad de los trabajadores es el único camino”, señalaron desde la UTA.

La medida de fuerza afecta a miles de usuarios que dependen diariamente del transporte público en Corrientes, dejando solo una empresa interprovincial en funcionamiento. Mientras tanto, las negociaciones continúan abiertas, pero la urgencia de resolver el conflicto es cada vez mayor para evitar una paralización total y prolongada del servicio. El desenlace de la situación dependerá de la capacidad de las partes para alcanzar un acuerdo que garantice el pago completo de los haberes y el aguinaldo, en un escenario de creciente tensión social y económica.