Karen Reichardt, segunda candidata a diputada nacional por La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, se ha convertido en el centro de la campaña legislativa tras la salida de José Luis Espert, quien fue apartado por su vinculación a un escándalo judicial relacionado con lavado de dinero y aportes de un empresario detenido por narcotráfico. La designación de Reichardt como vocera del espacio libertario ha generado una fuerte repercusión mediática, principalmente por sus declaraciones de tono discriminatorio y su apoyo incondicional al presidente Javier Milei.

Durante entrevistas y apariciones en medios, Reichardt ha defendido la agenda de reformas impulsada por Milei, incluyendo cambios laborales, tributarios y previsionales, así como proyectos vinculados a pymes, adopción infantil y bienestar animal. "Antes de traicionar a Javier Milei me corto las manos", afirmó en una entrevista, subrayando su lealtad al oficialismo y diferenciándose de otros diputados que se han distanciado del Gobierno. Además, ha minimizado algunas de sus frases polémicas, atribuyéndolas a chicanas futbolísticas o a su postura antikirchnerista, aunque ha reivindicado otras, especialmente aquellas dirigidas contra el kirchnerismo.

La campaña bonaerense se desarrolla en un clima de tensión interna, con divisiones en la mesa política de La Libertad Avanza y la necesidad de sumar consenso legislativo para avanzar con las reformas propuestas por el presidente. El escándalo de Espert y las declaraciones de Reichardt han puesto en evidencia los desafíos comunicacionales del oficialismo, que busca consolidar su presencia en el Congreso tras el triunfo presidencial de Milei en 2023.

Las reacciones ante las declaraciones de Reichardt han sido diversas. Sectores opositores y sociales han criticado el contenido discriminatorio de sus expresiones, mientras que desde el oficialismo se defiende la transparencia y la necesidad de reformas profundas para transformar el país. El debate con Jorge Taiana, candidato de Fuerza Patria, ha sumado otro punto de tensión, con Reichardt imponiendo condiciones para su realización y reafirmando su convicción libertaria.

En este contexto, la campaña legislativa en la provincia de Buenos Aires se perfila como un escenario clave para el futuro político del oficialismo, marcado por la polarización y la disputa por el consenso parlamentario.