La relación entre el Gobierno nacional, los gobernadores y el sector agropecuario se encuentra en un momento de tensa calma, marcado por reclamos y expectativas en torno a la Expo Rural 2025, que se desarrolla en el barrio porteño de Palermo. En este contexto, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó que el presidente Javier Milei asistirá al evento el próximo 26 de julio, asegurando que será recibido con aplausos por parte del sector rural.

La presencia de Milei en la Expo Rural ha generado especulaciones sobre la posibilidad de anuncios relacionados con las retenciones al campo, un tema central para los productores agropecuarios. Durante una reunión previa con la Mesa de Enlace, el mandatario prometió que las retenciones serán el próximo impuesto que su gobierno buscará reducir, aunque no ofreció precisiones sobre los plazos para implementar esta medida. Dirigentes rurales, como Lucas Magnano de Coninagro y Andrea Sarnari de la Federación Agraria, valoraron la disposición al diálogo, pero manifestaron su preocupación por la falta de anuncios concretos y la incertidumbre que enfrenta el sector.

En paralelo, la relación entre el Gobierno y los gobernadores provinciales atraviesa momentos de tensión. Aunque varios mandatarios, como Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), participaron en la Expo Rural, no se concretaron reuniones formales con representantes del Ejecutivo nacional. Francos aclaró que su presencia en el evento fue protocolar y que, si bien hubo saludos, no se abordaron temas de fondo como el reparto de recursos o las leyes en debate en el Congreso.

El Gobierno mantiene su postura de vetar cualquier ley que, a su juicio, ponga en riesgo el equilibrio fiscal, lo que ha generado advertencias por parte de los gobernadores, quienes aseguran que recurrirán a instancias judiciales si es necesario para defender los intereses de sus provincias. Francos, por su parte, minimizó la confrontación y subrayó la importancia de alcanzar acuerdos en un contexto económico complejo.

La situación se da en un año electoral, lo que añade un componente de disputa política a las negociaciones. Mientras tanto, el sector agropecuario sigue reclamando previsibilidad y una reducción de la presión impositiva, a la espera de definiciones concretas por parte del Gobierno nacional.