Un fuerte temporal azotó la ciudad de Vera, en el norte de Santa Fe, dejando un saldo devastador. En tan solo seis horas, cayeron más de 400 milímetros de lluvia, un volumen que equivale a varios meses de precipitaciones en la región. Este fenómeno extremo provocó inundaciones masivas, el colapso de la infraestructura hídrica y la evacuación de al menos 120 personas.

La intendenta de Vera, Paula Mitre, describió la situación como una "catástrofe hídrica" y lamentó la falta de infraestructura adecuada para manejar lluvias de esta magnitud. "Hemos pasado la peor noche de nuestras vidas como ciudad", declaró. Además, confirmó el fallecimiento de una mujer de 78 años, quien habría sufrido un infarto al ver su casa inundada. Aunque la causa de su muerte está bajo investigación, se presume que está relacionada con el impacto emocional del desastre.

Desde la madrugada del martes, se activaron protocolos de emergencia. Equipos de Protección Civil, bomberos y personal de salud se movilizaron para asistir a los damnificados. Los evacuados fueron trasladados a centros habilitados en clubes y hospitales, mientras que muchas familias optaron por quedarse en sus hogares para proteger sus pertenencias, a pesar de las condiciones adversas.

El temporal también afectó la movilidad en la región. La Ruta Nacional 11, una de las principales vías de acceso, se encuentra parcialmente intransitable debido al agua acumulada y las condiciones resbaladizas. Las autoridades han instado a la población a evitar viajes no esenciales.

El impacto del temporal no se limita a Vera. Otras localidades del norte de Santa Fe también reportaron inundaciones, aunque en menor medida. El Servicio Meteorológico Nacional mantiene alertas por tormentas en la región, advirtiendo sobre posibles fenómenos peligrosos para la sociedad y el medio ambiente.

Este evento ocurre en un contexto de vulnerabilidad climática. Hasta hace pocos meses, Vera enfrentaba una sequía severa, lo que resalta la necesidad de mejorar la infraestructura hídrica y los sistemas de prevención en la región. "No hay ciudad preparada para soportar una lluvia tan copiosa", reconoció la intendenta Mitre.

Mientras las autoridades trabajan para estabilizar la situación, los habitantes de Vera enfrentan un panorama desolador. Las imágenes de calles anegadas, viviendas inundadas y personas evacuadas reflejan la magnitud de la tragedia. La comunidad espera que este evento sirva como un llamado de atención para implementar medidas que mitiguen el impacto de futuros desastres climáticos.