La provincia de Buenos Aires implementará, a partir de octubre y noviembre de 2025, la retención del impuesto a los Ingresos Brutos sobre los cobros recibidos en billeteras virtuales, una medida que equipara el tratamiento fiscal de estas plataformas con el de las cuentas bancarias. Según la Agencia de Recaudación bonaerense (ARBA), la disposición afectará a unos 700.000 contribuyentes inscriptos en Ingresos Brutos, excluyendo a quienes están adheridos al régimen simplificado y a los usuarios comunes de billeteras virtuales.

El nuevo régimen, establecido por la Resolución Nº 25 de ARBA, obliga a los proveedores de servicios de pago a actuar como agentes de retención del impuesto. El porcentaje de retención varía según la actividad económica, y va desde el 0,01% hasta el 5%. La medida no constituye un impuesto nuevo, sino una extensión del sistema ya vigente para transferencias bancarias, y se aplicará de manera escalonada: algunas billeteras virtuales comenzarán a retener desde octubre, mientras que otras lo harán a partir de noviembre.

Funcionarios provinciales, como el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard, han desmentido que se trate de un nuevo tributo o que afecte a todos los usuarios. "A nadie que use Mercado Pago para transferir plata a su hijo, a un amigo, a la abuela o al abuelo para comprar remedios, ARBA le va a sacar nada. Solamente los y las contribuyentes de Ingresos Brutos inscriptos en la Provincia y que vendan bienes o servicios, tendrán percepciones cuando reciban pagos por billeteras virtuales, igual que si fuese en una cuenta bancaria", afirmó Girard.

No obstante, la medida ha generado preocupación entre comerciantes y tributaristas, quienes advierten que podría incentivar el uso de efectivo y la informalidad, además de dificultar la recuperación de saldos a favor generados por las retenciones. El sistema, además, no distingue claramente el origen de los fondos, lo que podría derivar en retenciones sobre transferencias no comerciales.

La decisión bonaerense se enmarca en una tendencia nacional, ya que 19 provincias aplican regímenes similares. El objetivo, según ARBA, es garantizar equidad en el tratamiento fiscal de los distintos medios de pago. Sin embargo, la medida ha sido objeto de campañas de desinformación y de críticas por parte de sectores empresariales y usuarios, que temen un impacto negativo en la bancarización y el uso de medios digitales. El debate continúa abierto, mientras se espera la implementación efectiva del nuevo régimen y su impacto en la economía provincial.