La búsqueda de Pedro Kreder y Juana Morales, la pareja de jubilados desaparecida en Comodoro Rivadavia, Chubut, continúa sin resultados tras 18 días de intensos operativos. El caso, que conmueve a la provincia, ha movilizado a más de un centenar de efectivos policiales, brigadas de rescate, bomberos voluntarios, drones, helicópteros y perros especializados en la detección de restos humanos.

El ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz, confirmó que la investigación se orienta ahora a la localización de personas fallecidas. "Por más que sea difícil decírselo a las familias, trabajamos con la hipótesis de que ya no están con vida. Hubo que decirles que los perros de búsquedas pasaron a ser perros DRH, que solo buscan restos humanos", declaró en diálogo con Radio Chubut. Esta afirmación marcó un giro en el operativo, que hasta entonces mantenía la esperanza de un rescate.

La camioneta Toyota Hilux en la que se movilizaba la pareja fue hallada días después de la denuncia, incrustada en un zanjón de difícil acceso en la zona de Rocas Coloradas. En su interior se encontraron provisiones, carpa, bolsas de dormir, sombrillas y documentación, todo en perfecto estado, pero faltaban los celulares. No se detectaron signos de violencia ni indicios de robo, lo que descarta, por el momento, la hipótesis de un hecho delictivo.

El despliegue de búsqueda abarca más de 50 kilómetros de terreno, incluyendo sectores de Caleta Córdova y el Cañadón de Visser, caracterizados por su geografía abrupta, sumideros naturales y canales subterráneos. El especialista en rescate Luis Zúñiga, convocado por la familia, describió la dificultad logística: "El terreno es de muy difícil acceso. Hay que tener los vehículos muy preparados. No es posible entrar con un auto común; si lográs entrar, tenés que salir caminando. Se accede a caballo o con vehículos 4x4 adecuados, y hay que tener mucho cuidado con la hidratación, la alimentación y la orientación".

Las hijas de Kreder expresaron dudas sobre el recorrido de la camioneta y sostienen que su padre nunca habría transitado ese camino por decisión propia. "Mi papá nunca se hubiese metido en ese lugar. Era un hombre precavido, conocía la zona y sabía los riesgos. No hay forma de que haya ido ahí voluntariamente", afirmó Gabriela Kreder.

Mientras la investigación oficial mantiene la hipótesis de fallecimiento, la familia y la comunidad de Comodoro Rivadavia continúan colaborando en los rastrillajes y mantienen la esperanza de encontrar alguna pista. En redes sociales, el hashtag #BuscamosaPedroYJuana refleja la movilización social y el acompañamiento a los familiares. El caso sigue abierto y las autoridades no descartan ninguna línea de investigación, aunque el paso de los días y la falta de indicios concretos aumentan la incertidumbre y la angustia entre los allegados.