El triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez ha sacudido a Florencio Varela y al conurbano bonaerense, generando una profunda preocupación por la violencia y el poder de las organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico. En las últimas horas, la Justicia de Garantías de La Matanza dictó prisión preventiva para ocho imputados y ordenó que la causa pase al fuero federal, dada la gravedad y la conexión con delitos de estupefacientes.

Las víctimas, jóvenes de entre 15 y 20 años, fueron halladas sin vida en una casa de Florencio Varela, tras haber sido engañadas y llevadas al lugar entre el 19 y 20 de septiembre. Según la investigación, los crímenes fueron cometidos con extrema violencia y ensañamiento, en el marco de una supuesta venganza por el robo de decenas de kilos de cocaína. Las autopsias confirmaron que las jóvenes fueron torturadas y asesinadas, lo que llevó a los fiscales a solicitar la prisión preventiva y el cambio de fuero para una investigación más eficaz.

El presunto autor intelectual, Joseph Freyser Cubas Zavaleta, alias "Señor J", fue detenido y declaró ante el fiscal negando cualquier vínculo con la banda y los hechos. Sin embargo, los investigadores sostienen que existen pruebas contundentes, como pericias telefónicas, testimonios reservados y comunicaciones clandestinas desde la cárcel, que lo vinculan con la organización criminal. Además, se identificaron conexiones con mafias narco de Perú y Colombia, lo que podría derivar en una causa federal por narcotráfico internacional.

El juez Fernando Pinos Guevara destacó la gravedad institucional del caso y la necesidad de una respuesta judicial acorde, señalando que la investigación ha logrado desmembrar parte de la estructura criminal y frustrar la fuga de algunos de los implicados. Por su parte, el fiscal Adrián Arribas subrayó la complejidad del entramado delictivo y la importancia de avanzar en la erradicación de la violencia de género y la cosificación de las víctimas.

Mientras la causa avanza en el fuero federal, las familias de Brenda, Morena y Lara continúan reclamando justicia y penas ejemplares para los responsables. La comunidad de Florencio Varela permanece conmocionada, mientras la Justicia intenta desentrañar los eslabones superiores de una organización criminal que opera más allá de las fronteras argentinas.