El ministro de Economía, Luis Caputo, defendió la política económica del gobierno y lanzó duras críticas contra la oposición y los gobernadores, en medio de un clima de alta tensión política y económica. En una serie de entrevistas televisivas, Caputo aseguró que la macroeconomía argentina está "sumamente ordenada", destacando un crecimiento del PBI del 7,7% interanual en abril y una inflación que descendió del 25,5% en diciembre de 2023 al 1,5% en el último mes. Además, subrayó que el consumo creció un 11,8%, la inversión un 32% y las exportaciones un 7%.

Caputo afirmó que "logramos sacar a 11 millones de argentinos de la pobreza" y minimizó las críticas sobre la falta de percepción de mejora en la sociedad. "No sé a qué se refieren, vayan a contarle a esa gente si ‘se siente’ o no", respondió ante cuestionamientos. El ministro también minimizó la reciente suba del dólar, defendiendo la flotación cambiaria y asegurando que el Banco Central está "perfectamente capitalizado".

En cuanto a la situación política, Caputo fue enfático al rechazar los proyectos legislativos impulsados por la oposición, como el aumento jubilatorio, la prórroga de la moratoria, la emergencia en discapacidad y el reparto de fondos a las provincias. Según el ministro, estas iniciativas comprometerían el equilibrio fiscal en hasta 2,5 puntos del PBI. "El fondo de la cuestión es romper el equilibrio fiscal, que es el ancla que hace que la Argentina sea un país estable", sostuvo.

El presidente Javier Milei respaldó la postura de Caputo y advirtió que vetará cualquier ley que ponga en riesgo el superávit fiscal, incluso recurriendo a la Justicia si es necesario. Caputo acusó a la oposición de buscar "que la Argentina sea un caos para tener alguna posibilidad de volver" y de ver la política como un negocio.

El debate se da en un contexto preelectoral, con la oposición y algunos gobernadores presionando por mayores recursos y el gobierno defendiendo el ajuste y la disciplina fiscal como pilares de la recuperación económica. El enfrentamiento promete continuar en el Congreso y en la agenda pública, mientras el oficialismo insiste en que la estabilidad macroeconómica es la clave para el futuro del país.