Un violento episodio ocurrido en el Colegio Normal 2 de La Plata generó alarma y preocupación en la comunidad educativa. Durante la mañana del martes, un joven expulsado previamente de la institución ingresó al patio cerrado y atacó a estudiantes de sexto año, desatando una pelea que fue registrada en video por testigos presentes.

En medio del enfrentamiento, una preceptora intentó separar a los alumnos y resultó herida, sufriendo un corte en la frente tras caer al suelo por la fuerza de los involucrados. La docente fue asistida por colegas y personal médico, y se encuentra fuera de peligro, aunque con una herida visible que evidencia la gravedad del hecho.

La policía arribó minutos después y logró reducir al agresor, quien continuaba alterado. El video del incidente se viralizó rápidamente en redes sociales, intensificando el reclamo de padres y docentes por mayor seguridad y presencia policial en el establecimiento. "La violencia en el Normal 2 es cada vez peor", lamentó la madre de una estudiante, quien además señaló el temor de su hija a asistir a clases tras el episodio.

No es la primera vez que el colegio enfrenta situaciones similares. En meses anteriores, se reportaron otros hechos violentos, incluyendo la irrupción de una madre que agredió al equipo directivo. Los gremios docentes repudiaron el ataque y convocaron a un paro, denunciando la falta de seguridad en los accesos y la ausencia de protocolos efectivos para prevenir estos incidentes.

El contexto de violencia escolar se agrava por antecedentes recientes, como peleas entre alumnos en eventos sociales fuera del colegio, y la falta de denuncias formales por parte de las autoridades educativas. Especialistas consultados advierten sobre la necesidad de implementar sanciones reparatorias y reforzar la intervención institucional para evitar la repetición de estos hechos.

La comunidad educativa exige respuestas concretas y medidas urgentes para garantizar la seguridad de estudiantes y personal, mientras se investiga el origen y las responsabilidades del violento episodio. El caso pone en evidencia la creciente preocupación por la violencia escolar y la necesidad de políticas integrales que aborden el problema desde múltiples dimensiones.