La interna del peronismo bonaerense ha alcanzado un punto de alta tensión, con el gobernador Axel Kicillof y la expresidenta Cristina Kirchner enfrentados por el control del armado electoral en la provincia de Buenos Aires. Kicillof busca desdoblar las elecciones provinciales y nacionales, una estrategia que le permitiría mayor autonomía en la confección de listas y evitaría la simultaneidad de cierres, algo que favorece a La Cámpora y al cristinismo.

En este contexto, Kicillof ha delegado en sus ministros la tarea de fortalecer el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), una estructura política que busca consolidar su presencia en las ocho secciones electorales de la provincia. Este movimiento incluye alianzas con intendentes clave y sectores del radicalismo, como el liderado por Martín Lousteau, en un intento por ampliar su base de apoyo.

La Tercera sección electoral, que concentra cerca de 5 millones de votantes, se perfila como un campo de batalla crucial. Cristina Kirchner podría postularse como candidata en esta región, lo que complicaría las aspiraciones de Kicillof. Mientras tanto, el MDF avanza en su armado territorial, con figuras como Mario Secco, intendente de Ensenada, liderando esfuerzos para formar una alianza electoral que respalde al Gobernador.

El Día del Trabajador fue escenario de una demostración de fuerza por parte de Kicillof, quien recibió el respaldo de las principales centrales sindicales en un acto en la sede de la CGT. Durante su discurso, el Gobernador criticó las políticas económicas del Gobierno nacional y destacó el rol del movimiento obrero como un freno a las propuestas de Javier Milei.

La relación entre Kicillof y Cristina Kirchner se ha deteriorado significativamente, con La Cámpora rechazando propuestas clave del Gobernador en la Legislatura bonaerense. Aunque desde la Gobernación insisten en que la unidad es posible, también se preparan para una eventual ruptura, lo que podría redefinir el panorama político en la provincia y a nivel nacional.

El desenlace de esta interna será determinante para el futuro del peronismo bonaerense y su impacto en las elecciones de septiembre. La capacidad de Kicillof para consolidar su liderazgo y formar alianzas estratégicas será clave en este proceso.