Una explosión ocurrida durante una feria de ciencias en el Colegio Guadalupe, en el barrio porteño de Palermo, dejó cinco personas heridas, entre ellas cuatro estudiantes y una madre. El incidente se produjo mientras se realizaba un experimento de química que involucraba la manipulación de alcohol y fuego, bajo la supervisión de un docente. Según fuentes oficiales y testimonios de alumnos, la explosión generó una llamarada que alcanzó a varios jóvenes, provocando quemaduras de diversa gravedad.

El caso más grave es el de un adolescente de 16 años, quien sufrió quemaduras en el 35% de su cuerpo, incluyendo rostro, cuello, tronco y abdomen, y permanece internado en terapia intensiva en el Hospital Gutiérrez. Otro estudiante de 13 años fue derivado al Hospital de Quemados, con lesiones en el 15-20% de su superficie corporal. Otros tres afectados, entre ellos una madre que se encontraba en el aula, sufrieron quemaduras leves y fueron atendidos en el lugar.

Testigos relataron que, tras la explosión, algunos docentes y alumnos intentaron apagar el fuego utilizando guardapolvos, mientras otros corrieron en busca de ayuda. La feria fue suspendida de inmediato y la escuela parcialmente evacuada, lo que generó escenas de pánico y la rápida llegada de padres al establecimiento. "Mi hija me llamó llorando, histérica, diciendo que su compañero se había prendido fuego delante de todos", relató una madre en la puerta del colegio.

El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires informó que trabaja en la elaboración de un protocolo específico para experimentos y ferias de ciencias, con el objetivo de reducir al mínimo los riesgos de accidentes. La ministra Mercedes Miguel firmará una resolución en los próximos días para implementar nuevas medidas de seguridad en las escuelas.

Este hecho ocurre pocos días después de un incidente similar en Pergamino, donde una explosión durante una feria de ciencias dejó varios estudiantes heridos. La reiteración de estos accidentes ha generado preocupación en la comunidad educativa y ha puesto en debate la necesidad de reforzar los controles y la capacitación en actividades escolares que impliquen riesgos.

Médicos informaron que los estudiantes más afectados requerirán internación prolongada y seguimiento especializado. La comunidad educativa permanece conmocionada, mientras se aguardan definiciones sobre las nuevas medidas de seguridad que serán implementadas en las escuelas porteñas.