Laureano Osvaldo Ruiz Díaz, de 26 años, fue condenado a 32 años de prisión tras admitir su responsabilidad en seis homicidios cometidos entre septiembre de 2021 y abril de 2022 en la ciudad de Santa Fe y Sauce Viejo. La sentencia, dictada por un tribunal compuesto por los jueces Sebastián Szeifert, Pablo Ruiz Staiger y Gustavo Urdiales, se produjo en el marco de un juicio abreviado en el que también se lo declaró reincidente debido a antecedentes penales previos.

Según la investigación liderada por la fiscal María Laura Urquiza, Ruiz Díaz utilizó armas de fuego de distintos calibres y, en ocasiones, actuó junto a otros cómplices. Entre las víctimas fatales se encuentran Marcos León Gauna, Lautaro Chiani, Emanuel Rodrigo Sánchez, Gonzalo Joaquín Ojeda, Mario Nahuel Falomir y Mario Mertes. Además, cuatro personas resultaron gravemente heridas en ataques que no lograron su objetivo letal.

El primer crimen atribuido a Ruiz Díaz ocurrió el 24 de septiembre de 2021 en una peluquería de Menchaca al 9700, donde, junto a dos cómplices, asesinó a Gauna y dejó heridos a otros dos hombres. Posteriormente, el 27 de noviembre de ese año, mató a Lautaro Chiani en Sauce Viejo. El 16 de febrero de 2022, ejecutó a Emanuel Rodrigo Sánchez tras una discusión por una deuda. El 13 de abril, en la puerta de un local bailable de Santa Fe, asesinó a Gonzalo Ojeda. Finalmente, el 30 de abril, mató a Mario Mertes y a Mario Nahuel Falomir, este último, previamente su cómplice en otros crímenes.

La fiscalía destacó que Ruiz Díaz integraba una banda conocida como “La Mafia Matando Pulgas”, involucrada en disputas con otros grupos narco. El proceso judicial fue resultado de un acuerdo entre la defensa y la fiscalía, con la conformidad de los familiares de las víctimas y sobrevivientes. Otros tres coautores recibieron condenas de entre 7 y 14 años y medio de prisión.

La detención de Ruiz Díaz se produjo en julio de 2022, tras un allanamiento en el barrio La Ranita de Santa Fe. Desde entonces, permaneció en prisión preventiva hasta la sentencia. El caso pone de relieve la persistente problemática de la violencia armada y la actuación de bandas criminales en la región, así como la respuesta judicial ante hechos de extrema gravedad.