Una intensa tormenta acompañada de fuertes ráfagas de viento azotó la ciudad de Córdoba y varias localidades de la provincia entre la noche del viernes y la madrugada del sábado. El fenómeno meteorológico, que incluyó lluvias torrenciales y actividad eléctrica, provocó daños materiales significativos, aunque las autoridades confirmaron que no se registraron heridos ni evacuados.

Según reportes del Servicio Meteorológico y técnicos en meteorología, las ráfagas de viento alcanzaron hasta 150 kilómetros por hora en algunos puntos del interior cordobés, mientras que en la capital superaron los 100 km/h. En el barrio Empalme, la Municipalidad de Córdoba confirmó ráfagas de 110 km/h, y en otros sectores como Monseñor Pablo Cabrera y Jardín se registraron vientos de 95 y 92 km/h respectivamente. Las precipitaciones más intensas se dieron en barrio Guiñazú, con 27,7 milímetros acumulados.

El temporal dejó decenas de árboles y postes caídos, voladuras de techos y daños en viviendas y vehículos. "Durante la mañana del sábado, vecinos reportaron que varios árboles fueron arrancados de raíz en la Avenida Juan B. Justo y Rafael Núñez, lo que provocó problemas de circulación en el tránsito", detalló un medio local. En barrio Alto Verde, un árbol se desplomó sobre una casa, dañando parte del techo y dejando cables de alta tensión suspendidos, generando riesgos para los vecinos. En la zona norte, varias canchas de pádel quedaron destrozadas.

Los cortes de energía eléctrica afectaron a numerosos barrios de la capital y localidades del interior. La Empresa Provincial de Energía (EPEC) informó que los trabajos de mantenimiento y cortes programados fueron suspendidos para atender las consecuencias de la tormenta. Defensa Civil recibió 394 llamados de vecinos por incidentes, pero confirmó que no hubo lesionados ni evacuados.

El evento se produjo en el primer fin de semana de primavera, tras jornadas de clima agradable. El Servicio Meteorológico había emitido alerta amarillo por lluvias y tormentas de variada intensidad, anticipando ráfagas de hasta 90 km/h y abundante caída de agua en cortos períodos de tiempo. Las condiciones climáticas comenzaron a mejorar durante el sábado y se espera que el domingo el sol vuelva a asomar, con temperaturas que podrían alcanzar los 28 grados.

Las autoridades solicitaron precaución a los conductores y vecinos ante el riesgo de caída de árboles, ramas y cables. El trabajo de reparación y limpieza continúa en distintos puntos de la ciudad y la provincia, mientras se monitorea la evolución del clima en los próximos días.