El déficit de cuenta corriente de la Argentina superó los USD 5.000 millones en el primer trimestre de 2025, encendiendo alertas en el mercado y entre analistas sobre la sostenibilidad del actual esquema cambiario. El aumento de las importaciones y un récord de egresos por turismo explican gran parte de este saldo negativo, que ya supera lo previsto por el Fondo Monetario Internacional para todo el año.

Desde el Gobierno, el secretario de Política Económica, José Luis Daza, minimizó la preocupación y aseguró que el déficit podría llegar a 2% del PBI en 2025, pero que es "manejable" y responde a la recuperación económica. El ministro de Economía, Luis Caputo, también defendió la política de dólar contenido como herramienta para bajar la inflación, que en mayo se desaceleró al 1,5%. Sin embargo, el Banco Central ha dejado de priorizar la acumulación de reservas y mantiene la flotación cambiaria, lo que genera incertidumbre sobre la capacidad de respuesta ante eventuales shocks externos.

En el sector privado, la percepción es diferente. Analistas y bancos internacionales, como JP Morgan, advierten que la salida de dólares por turismo y la caída del superávit comercial presionan sobre el tipo de cambio. "Si no entran más dólares prestados, puede haber un ajuste del tipo de cambio", señaló Martín Polo, de Cohen Aliados Financieros. El riesgo país se mantiene en torno a 700 puntos básicos, reflejando la cautela de los inversores.

El contexto político también influye en las expectativas. Con las elecciones legislativas de octubre en el horizonte, el mercado espera definiciones sobre la continuidad del modelo económico. Mientras tanto, la actividad económica muestra señales de desaceleración y el consumo familiar no termina de recuperarse, a pesar de la disciplina fiscal y la baja de la inflación.

La sostenibilidad del esquema actual dependerá, según los analistas, de la capacidad del Gobierno para conseguir financiamiento externo o realizar ajustes tras los comicios. El debate sobre el futuro del dólar y la acumulación de reservas seguirá siendo central en la agenda económica argentina en los próximos meses.