Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y el Conicet confirmó la presencia de Viagra, paracetamol, ibuprofeno y otros medicamentos en ríos y arroyos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), especialmente en la ciudad de La Plata y sus alrededores. El hallazgo, publicado en la revista Environmental Toxicology and Chemistry, pone en evidencia la creciente contaminación farmacéutica en los cursos de agua superficiales de la región.

El análisis abarcó ríos como el Luján, Reconquista y Matanza-Riachuelo, así como arroyos Del Gato, Maldonado, El Pescado y Espinillo. Los investigadores tomaron muestras en diferentes puntos, desde zonas rurales hasta áreas urbanas densamente pobladas. Los resultados mostraron que la concentración y variedad de fármacos es significativamente mayor en los tramos urbanos, donde se detectaron hasta 16 medicamentos distintos, frente a solo dos o tres en áreas rurales.

Entre las sustancias halladas, la carbamazepina, utilizada para tratar trastornos neurológicos, lidera la lista, seguida por paracetamol, ibuprofeno, atenolol y sildenafil (Viagra). Los especialistas explicaron que la presencia de estos fármacos está relacionada con la densidad poblacional, el acceso a servicios cloacales y los hábitos de consumo. Además, factores como la época del año y el clima influyen en la concentración de ciertos medicamentos, con mayor presencia de sildenafil en verano y broncodilatadores en invierno.

Pedro Carriquiriborde, investigador del Conicet y profesor de la UNLP, señaló que los medicamentos llegan al ambiente principalmente por excreción humana y animal, así como por la eliminación inadecuada de residuos. "Las concentraciones detectadas no implican un riesgo directo para la salud humana, pero sí para la fauna acuática", aclaró. También advirtió que los niveles de paracetamol encontrados superan ampliamente las referencias internacionales, lo que sugiere un consumo elevado en la región.

El estudio destaca la falta de legislación específica en Argentina para estos contaminantes emergentes y subraya la necesidad de políticas públicas que aborden la contaminación farmacéutica. Daniela Pérez, becaria del Conicet y autora principal del trabajo, enfatizó: "Lo que ingerimos y descartamos no termina su ciclo en el inodoro o el tacho de basura, sino que va a algún sitio, y por lo general es el agua o la tierra, y esto afecta al ambiente y a todos los seres vivos".

El fenómeno, que ya ha causado graves impactos en la fauna de otros países, representa un desafío ambiental y sanitario para el AMBA. Los investigadores instan a profundizar los estudios sobre el impacto en especies locales y a mejorar la infraestructura de saneamiento para proteger los recursos hídricos.