Investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) han presentado proyecciones que anticipan un invierno 2025 con características particulares en Argentina. Si bien el SMN prevé que en regiones como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y otras zonas del este del país las temperaturas medias podrían ser superiores a las habituales, un nuevo índice desarrollado por la UBA advierte sobre la posibilidad de numerosos días con frío extremo.

El índice, liderado por la científica Soledad Collazo en el marco de una beca doctoral del Conicet, estima que el este argentino —incluyendo el AMBA, el resto de la provincia de Buenos Aires, el centro y oeste de Santa Fe, y las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones (excepto el norte)— podría experimentar más de 12 días con temperaturas mínimas dentro del 10% más bajo del registro histórico durante junio, julio y agosto. "Lo que se pronostica es la probabilidad de tener muchos días con temperaturas mínimas muy frías, pero no necesariamente consecutivos como en una ola de frío", explicó Collazo.

En contraste, el Noroeste Argentino (NOA) tendría una frecuencia inferior a la habitual de estos episodios, mientras que La Rioja y San Juan se mantendrían en valores cercanos a la media histórica. La Patagonia, por su parte, no fue incluida en este índice, aunque el SMN anticipa allí un invierno más cálido y seco, con menor acumulación de nieve y posibles impactos en el abastecimiento de agua y el turismo.

El año pasado, Argentina registró dos olas de frío significativas: una en la Patagonia, con temperaturas de hasta -18°C, y otra en el centro del país, donde se alcanzaron los -12°C. Para este año, aunque se proyecta un invierno menos riguroso en promedio, los expertos insisten en la necesidad de no subestimar los extremos térmicos. "Hay una alta probabilidad de que más del 13% de los días del invierno en Buenos Aires podrían registrar temperaturas mínimas por debajo de los 2,8 grados", señaló la investigadora Matilde Rusticucci.

El SMN recomienda prestar atención a las alertas y actualizaciones oficiales, especialmente para los grupos más vulnerables, ya que las temperaturas extremas pueden aumentar la mortalidad. Además, la fase neutral del fenómeno El Niño/La Niña incrementa la incertidumbre en los pronósticos, lo que obliga a mantener la vigilancia sobre posibles cambios bruscos en el clima.

La situación genera preocupación en sectores como el turismo patagónico, donde la falta de nieve podría afectar la temporada invernal. Los especialistas coinciden en que, aunque el promedio sea más cálido, los episodios de frío extremo seguirán siendo un desafío para la población y la infraestructura.