El Gobierno nacional oficializó este viernes la autorización para el ingreso de carne con hueso a la Patagonia desde otras regiones del país, una medida que modifica una prohibición vigente desde 2002. La Resolución 460/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) establece que solo podrán ingresar cortes con huesos planos, como el asado, costillar y esternón, siempre bajo estrictas condiciones sanitarias y de trazabilidad.

La decisión responde a la necesidad de actualizar los requisitos sanitarios internos, en línea con cambios internacionales y pedidos de las provincias patagónicas. El producto autorizado deberá provenir de animales nacidos, criados y faenados en zonas reconocidas como libres de fiebre aftosa con vacunación, y solo se permitirá el ingreso de carne fresca refrigerada, excluyendo huesos largos, carne congelada y animales enteros. El destino exclusivo de la carne será el consumo interno dentro del área patagónica, sin posibilidad de reexportación.

La medida no implica un levantamiento general de la barrera sanitaria, sino una excepción puntual basada en criterios técnicos. El Gobierno consultó previamente a autoridades sanitarias de la Unión Europea y Chile, que no presentaron objeciones al cambio. Sin embargo, la decisión generó un fuerte rechazo entre productores y gobiernos provinciales de la Patagonia, quienes advierten sobre el riesgo de perder el estatus sanitario diferencial y mercados de exportación. "Lo peligroso es que países que nos están comprando la carne con hueso podrían tomar la decisión de no hacerlo más", advirtió Enrique Jamieson, presidente de la Sociedad Rural de Río Gallegos.

En respuesta, la provincia de Santa Cruz aprobó una ley que le permite establecer su propia barrera sanitaria, y otras provincias analizan medidas similares. Productores reportan una caída del 30% en el stock ganadero en algunas zonas tras la flexibilización, y persiste la preocupación por el impacto en la competitividad y el empleo local. Mientras tanto, los consumidores esperan que la medida se traduzca en una baja de precios en góndola.

El Gobierno asegura que la actualización no afecta el comercio internacional ni el estatus sanitario general de la Patagonia, que sigue siendo reconocida internacionalmente como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación. El debate continúa entre la necesidad de modernizar regulaciones y la defensa de ventajas estratégicas construidas durante décadas.