La Cámara de Diputados de la Nación se prepara para una sesión clave la próxima semana, en la que la oposición intentará avanzar con proyectos de alto impacto social y fiscal. Entre los temas prioritarios figuran el financiamiento universitario, la declaración de emergencia en pediatría por la crisis del Hospital Garrahan y la distribución de fondos provinciales, todos en el centro del debate político actual.

El contexto parlamentario está marcado por la inminencia de los vetos presidenciales a leyes aprobadas en el Senado, como el aumento a las jubilaciones, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. El presidente Javier Milei tiene plazo hasta el 4 de agosto para vetar estas iniciativas, mientras la Casa Rosada negocia con gobernadores para asegurar respaldo a sus decisiones. "El Gobierno busca blindar sus vetos y evitar nuevas derrotas en el Congreso", señalaron fuentes legislativas.

La oposición, integrada por bloques como Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Encuentro Federal, la Coalición Cívica y la Izquierda, busca consensuar un temario que garantice el quórum de 129 diputados necesario para sesionar. Sin embargo, la especulación de los gobernadores y las negociaciones electorales complican la obtención de los votos requeridos. "Los gobernadores que están cerrando con La Libertad Avanza se están haciendo los distraídos", admitió un diputado opositor.

Los proyectos de financiamiento universitario y emergencia en pediatría cuentan con dictamen de comisión y podrían aprobarse por mayoría simple. En cambio, las iniciativas sobre fondos provinciales, como la coparticipación de ATN y el impuesto a los combustibles, requieren dos tercios de los votos, lo que eleva la dificultad para su tratamiento.

El impacto fiscal de los proyectos previsionales ronda el 0,79% del PBI, mientras que el de discapacidad oscila entre el 0,22% y el 0,42%, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto. El oficialismo, en minoría en ambas cámaras, utiliza el control de comisiones para dilatar el avance de los proyectos opositores.

La sesión se prevé para el 6 o 7 de agosto, justo antes del cierre de alianzas para las elecciones legislativas del 26 de octubre. La cercanía de los comicios influye en la postura de los gobernadores y diputados, que actúan con cautela para no comprometer sus acuerdos políticos. El desenlace de esta pulseada parlamentaria será clave para el futuro inmediato del Gobierno y la oposición.