El gobierno argentino, encabezado por Javier Milei, se encuentra en negociaciones avanzadas con el Tesoro de Estados Unidos para obtener un préstamo que permita enfrentar la crisis cambiaria y fortalecer las reservas del Banco Central. La presión sobre el dólar y la pérdida de más de 1.100 millones de dólares en reservas en pocos días han llevado al Ejecutivo a buscar apoyo internacional, en un contexto de alta volatilidad financiera.

El monto del préstamo, que podría ubicarse entre 5.000 y 10.000 millones de dólares, estaría destinado a pagar vencimientos de deuda y reforzar las reservas. Sin embargo, la iniciativa ha generado fuertes críticas desde la oposición y el ámbito económico. El senador Martín Lousteau advirtió que recurrir al Tesoro estadounidense reduciría significativamente el margen de acción de la política económica argentina. "Cuando le debés a Estados Unidos vas a tener mucho menos margen de acción", señaló Lousteau, quien también cuestionó la gestión del gobierno en cuanto a la reasignación de partidas y la falta de un presupuesto aprobado.

Por su parte, el exministro de Economía Martín Guzmán sostuvo que el eventual préstamo "se gastará mal, como todo el financiamiento vía deuda externa de los últimos 200 años" y que no contribuirá a incrementar la capacidad productiva ni a generar más y mejor empleo. Guzmán remarcó la necesidad de consensos y de un proyecto nacional de transformación productiva, condiciones que, según él, no existen actualmente.

El gobierno, por su parte, ha celebrado la reducción de retenciones a cero, una medida que beneficia a la agroindustria pero que, según Lousteau, implica un alto costo fiscal. Las negociaciones con EE.UU. buscan evitar el paso por el Congreso argentino, donde el oficialismo enfrenta dificultades para reunir mayorías.

El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, confirmó la disposición de su país a apoyar a Argentina dentro de su mandato, mencionando posibles líneas de swap, compras directas de divisas y adquisición de deuda argentina. No obstante, la oposición advierte sobre los riesgos de condicionalidades políticas y económicas que podrían acompañar el préstamo, recordando experiencias previas como el "efecto tequila" en México en 1994.

En este contexto, la discusión sobre el préstamo del Tesoro de EE.UU. pone en evidencia las tensiones y desafíos que enfrenta la economía argentina, marcada por la dependencia de financiamiento externo y la necesidad de reformas estructurales. El desenlace de las negociaciones será clave para el futuro económico y político del país.