Un brote de neumonía vinculado a un lote contaminado de fentanilo ha generado alarma en Argentina, dejando un saldo de nueve fallecidos y varios pacientes afectados. El medicamento, producido por el laboratorio HLB Pharma, fue distribuido en hospitales y farmacias de múltiples provincias antes de ser identificado como la causa del brote.

El incidente fue detectado inicialmente en el Hospital Italiano de La Plata, donde se reportaron las primeras muertes. Las bacterias Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, encontradas en el fentanilo, fueron señaladas como responsables de las infecciones. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) emitió una alerta sanitaria el 8 de mayo y, días después, prohibió la distribución y uso de todos los productos de HLB Pharma.

Las investigaciones revelaron que HLB Pharma ya tenía antecedentes de irregularidades graves, incluyendo problemas de trazabilidad y uso de materiales no autorizados. A pesar de ello, el laboratorio había ganado licitaciones durante la pandemia debido a sus precios competitivos. Este historial ha generado cuestionamientos sobre los controles de calidad en la industria farmacéutica.

El impacto del caso es amplio. Provincias como Buenos Aires, Santa Fe y San Luis han retirado grandes cantidades de medicamentos de HLB Pharma de sus sistemas de salud. La droguería Nueva Era, distribuidora del lote contaminado, también está bajo investigación y ha colaborado con las autoridades judiciales.

La presidenta de la ANMAT, Nélida Bisio, destacó las medidas rápidas tomadas para retirar los productos contaminados y aseguró que se están realizando inspecciones exhaustivas en los laboratorios implicados. Por su parte, autoridades provinciales y nacionales evalúan demandas legales contra HLB Pharma para recuperar los costos asociados al retiro de los medicamentos.

Este caso pone en evidencia la importancia de la vigilancia farmacéutica y la necesidad de medidas más estrictas para garantizar la seguridad de los pacientes. Mientras tanto, la población muestra preocupación por la seguridad de los medicamentos en circulación, y expertos en salud subrayan la urgencia de reforzar los controles de calidad en la producción farmacéutica.