Un incendio forestal de grandes proporciones se desató el viernes 19 de diciembre en la ciudad de Bariloche, Río Negro, generando alarma entre vecinos y autoridades debido a su proximidad con el centro urbano. El siniestro comenzó cerca de las 13:30 en la ladera del cerro Runge, a escasos metros del Sanatorio San Carlos, lo que obligó a evacuar tanto el centro de salud como viviendas cercanas y un edificio en la calle Tucumán por precaución.

El fuego, favorecido por la sequía, la abundante vegetación y los fuertes vientos, avanzó rápidamente y alcanzó la categoría de incendio de interfase, poniendo en riesgo tanto áreas forestales como urbanas. Dotaciones de Bomberos Voluntarios, brigadistas del SPLIF, ambulancias y medios aéreos participaron en un amplio operativo para contener las llamas, mientras se cortó el tránsito en puntos clave como la avenida Bustillo y la intersección de Belgrano y 20 de junio.

Vecinos de la zona intentaron combatir el fuego con baldes y palas antes de la llegada de los equipos de emergencia. Las autoridades, sin embargo, insistieron en la importancia de dejar actuar a los profesionales y evitar la presencia de personas no autorizadas en el área, para no entorpecer las maniobras y prevenir riesgos adicionales.

El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, destacó la rápida y coordinada respuesta de los organismos involucrados, señalando que "la respuesta rápida y coordinada nos permitió evitar una tragedia mayor". Weretilneck también advirtió sobre la prohibición de encender fuego en zonas naturales y anunció que se investigará el origen del incendio, con sanciones para quienes incumplan las restricciones. "La responsabilidad también es social: está prohibido hacer fuego", enfatizó.

El operativo logró circunscribir el incendio, es decir, mantenerlo dentro de un perímetro controlado, aunque las autoridades mantienen la vigilancia activa debido a la posibilidad de reactivación por condiciones climáticas adversas. El pronóstico de lluvias ayudó a controlar el fuego, pero el viento dificultó el uso de medios aéreos.

Bariloche enfrenta uno de los veranos más secos de los últimos años, lo que incrementa el riesgo de incendios forestales. La provincia de Río Negro mantiene la Emergencia Ígnea y ha reforzado la prevención con tecnología de alerta temprana, equipamiento y personal especializado. Las autoridades instan a la población a extremar precauciones, respetar las restricciones y mantenerse informada a través de los canales oficiales, recordando que la colaboración ciudadana es clave para evitar tragedias futuras.