El Gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, formalizó la aprobación de tres nuevos préstamos internacionales por un total de 1.500 millones de dólares, provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), parte del Grupo Banco Mundial. La medida, oficializada mediante los decretos 488, 489 y 490/2025 publicados en el Boletín Oficial, busca fortalecer la política fiscal, modernizar la administración tributaria y mejorar la competitividad del país.

De acuerdo con la información oficial, dos de los préstamos corresponden al BID: uno por 800 millones de dólares destinado al “Programa de Fortalecimiento de la Política Fiscal II” y otro por 400 millones de dólares para el “Programa de Apoyo a Reformas Regulatorias para la Competitividad”. El tercer préstamo, por 300 millones de dólares, fue acordado con el BIRF y se utilizará para financiar el “Programa de Modernización de los Servicios de Administración Tributaria”.

El Ministerio de Economía será el organismo ejecutor de los programas, con la asistencia técnica de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Según el Banco Central, el impacto de estas operaciones en la balanza de pagos será limitado y consistente con la dinámica prevista para las operaciones externas. Además, la Oficina Nacional de Crédito Público destacó que el costo financiero de los préstamos es inferior al que la Argentina podría obtener en los mercados internacionales.

El anuncio de estos desembolsos se produce en un contexto de tensión financiera, marcado por la suba del dólar, el aumento de la tasa de interés y una caída estacional en la oferta de divisas por parte del sector agropecuario. El Gobierno busca así calmar las expectativas del mercado y asegurar la disponibilidad de dólares para afrontar compromisos externos y sostener las reservas internacionales, que recientemente superaron los 40.000 millones de dólares tras la acreditación de un préstamo adicional de 230 millones de dólares del BIRF para programas de empleo.

No obstante, parte de los fondos obtenidos servirán para compensar pagos de deuda con los mismos organismos multilaterales, ya que entre agosto y diciembre de 2025 el país deberá cancelar obligaciones por 2.100 millones de dólares. En este marco, el Gobierno enfatiza el respaldo de la comunidad financiera internacional y la continuidad de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, aunque persisten desafíos en materia de sostenibilidad macroeconómica y presión cambiaria.