El próximo domingo 26 de octubre, los argentinos acudirán a las urnas para renovar parcialmente el Congreso de la Nación en unas elecciones legislativas que estarán marcadas por la implementación, por primera vez a nivel nacional, de la Boleta Única de Papel (BUP). En estos comicios se elegirán 127 diputados y 24 senadores, distribuidos entre las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según los cupos establecidos por la legislación vigente.

La Cámara Nacional Electoral (CNE) ya habilitó el padrón definitivo, que puede consultarse de manera online, a través de la aplicación Mi Argentina, por teléfono o mediante el chatbot “Vot-A” en WhatsApp. Para acceder a la información, los ciudadanos deben ingresar su número de documento, género y distrito electoral, lo que les permitirá conocer el establecimiento, la mesa y el número de orden asignados para votar. Además, la CNE ha dispuesto un plazo para la subsanación de errores en el padrón, que vence el 26 de septiembre.

La principal novedad de esta elección es la Boleta Única de Papel, que reemplaza al sistema tradicional de boletas múltiples. Ahora, cada votante recibirá una sola hoja oficial que reúne a todos los candidatos y partidos, debiendo marcar en el casillero correspondiente su preferencia. El Gobierno sostiene que este cambio busca simplificar el proceso y garantizar mayor transparencia, evitando prácticas como la falta o el robo de boletas. Sin embargo, algunos especialistas y sectores políticos han manifestado preocupación por los posibles riesgos de confusión para los votantes y los altos costos operativos, así como la implementación desigual en algunas provincias.

La provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país, renovará 35 bancas de diputados, lo que refleja su peso en el padrón electoral. Ocho provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires elegirán senadores nacionales, mientras que en varias jurisdicciones también se renovarán legislaturas locales y, en algunos casos, autoridades municipales.

Las autoridades de mesa, designadas al azar y capacitadas previamente, tendrán la responsabilidad de supervisar el desarrollo del acto electoral y garantizar que todo el proceso se cumpla conforme a la ley. Su rol es clave para asegurar la transparencia y normalidad de la jornada, desde la apertura de las mesas hasta el escrutinio final de los votos.

Estas elecciones definirán la composición del Congreso para los últimos dos años del mandato presidencial de Javier Milei, en un contexto de cambios en el sistema electoral y debates sobre la mejor manera de garantizar la participación y la transparencia en el proceso democrático.