El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG), elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella, registró en julio de 2025 una suba del 4,9%, alcanzando los 2,45 puntos sobre un máximo de 5. Este repunte revierte la caída de junio y consolida una tendencia de estabilidad en los últimos cuatro meses, en un contexto de alta tensión política y definiciones electorales.

El informe destaca que, si bien la confianza en el gobierno de Javier Milei se mantiene estable, persisten importantes brechas demográficas y regionales. Los hombres, los jóvenes de 18 a 29 años y los residentes del interior del país muestran mayores niveles de confianza, mientras que las mujeres y los habitantes del Gran Buenos Aires se mantienen más escépticos. "El ICG de julio fue superior entre hombres (2,64 puntos) que en mujeres (2,25 puntos)", señala el relevamiento. Por edad, el mayor respaldo aparece entre los jóvenes (2,79 puntos), seguido por los mayores de 50 años (2,53), y el menor entre los adultos de 30 a 49 años (2,26).

En cuanto a la comparación histórica, Milei supera en confianza a Alberto Fernández y se acerca a los niveles de Mauricio Macri en el mismo período de gestión. La media del ICG durante los 19 meses de Milei es de 2,50 puntos, frente a 2,59 de Macri y 2,18 de Fernández. Sin embargo, la evaluación general del gobierno cayó 2,4% en julio, a pesar de mejoras en honestidad, eficiencia y preocupación por el interés general, que subió un 17,5%.

El clima político está marcado por la inminencia de elecciones y negociaciones de alianzas, con tensiones internas en el oficialismo. El gobierno busca consolidar acuerdos provinciales y enfrenta desafíos en el Congreso, especialmente en torno al veto presidencial de medidas sociales y la discusión sobre el costo fiscal de las mismas. "La estrategia electoral y el armado de listas corre por cuenta exclusiva de Karina Milei", señalan fuentes oficiales.

La baja de la inflación y el ajuste fiscal son ejes de la gestión, con impacto en la percepción pública. El oficialismo destaca el cumplimiento de promesas y la estabilidad del índice como señales de respaldo, mientras que sectores opositores advierten sobre el desencanto y la persistencia de brechas sociales y regionales. La expectativa electoral y la gestión de alianzas serán claves en los próximos meses para el futuro político del gobierno.