El asesor presidencial Santiago Caputo protagonizó un nuevo episodio polémico durante el debate de candidatos a legisladores porteños en el Canal de la Ciudad. El hecho ocurrió cuando Caputo, al notar que el fotógrafo Antonio Becerra, de Tiempo Argentino, lo estaba retratando, bloqueó la cámara con su mano, tomó la credencial del reportero gráfico y le sacó una foto con su celular. Este gesto fue interpretado como un acto intimidatorio y generó críticas en el ámbito político y mediático.

El incidente fue captado en video y difundido en redes sociales, lo que amplificó la controversia. Caputo, conocido por su influencia en el entorno del presidente Javier Milei, no hizo declaraciones al respecto y continuó su camino hacia el debate. Este comportamiento se suma a una serie de episodios similares protagonizados por el asesor, quien ya había sido señalado por interrumpir entrevistas y confrontar a figuras políticas en el pasado.

El debate, que reunió a 17 candidatos porteños, se llevó a cabo en un clima de alta tensión política. Caputo, quien no ocupa un cargo formal en el gobierno pero tiene injerencia en áreas clave como la Secretaría de Inteligencia y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero, ha sido una figura controvertida dentro y fuera del oficialismo. Su actitud hacia el fotógrafo fue condenada por periodistas y medios, quienes la calificaron de preocupante para la libertad de prensa.

Este episodio ocurre en un contexto de creciente tensión entre el gobierno y los medios de comunicación. El presidente Javier Milei ha criticado en reiteradas ocasiones al periodismo, acusándolo de difundir mentiras y calumnias. En un mensaje reciente en redes sociales, Milei afirmó que "la gente no odia lo suficiente a los periodistas" y cuestionó la ética de los medios.

El incidente en el debate no es un caso aislado. En febrero, Caputo interrumpió abruptamente una entrevista de Milei con el periodista Jonatan Viale, generando otra ola de críticas. Además, en marzo, tuvo un enfrentamiento con el diputado Facundo Manes en los pasillos del Congreso durante la apertura de sesiones ordinarias.

La actitud de Caputo ha sido interpretada como un reflejo de la estrategia del gobierno de confrontar a los medios y a la oposición. Sin embargo, también ha generado divisiones dentro del oficialismo, donde algunos consideran que sus acciones son contraproducentes. Por ahora, el entorno de Milei no ha emitido declaraciones oficiales sobre el incidente en el debate, dejando abierta la discusión sobre las implicancias de este tipo de comportamientos en la relación entre el gobierno y la prensa.