Un brote de fiebre tifoidea ha encendido las alarmas en Ciudadela, localidad del partido de Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires. Hasta el momento, se han confirmado 10 casos de la enfermedad, mientras que otros tres permanecen bajo investigación. Además, una mujer, familiar de dos de los infectados, falleció el pasado 17 de abril, lo que ha intensificado las medidas de control sanitario.

La fiebre tifoidea, causada por la bacteria Salmonella Typhi, se transmite principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados. Los síntomas incluyen fiebre alta, diarrea, dolor abdominal y vómitos, entre otros. En este caso, los afectados residen en dos edificios contiguos que comparten agua de un pozo, lo que ha llevado a las autoridades a sospechar de una contaminación bacteriológica en el suministro.

El municipio de Tres de Febrero, en conjunto con el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires y la empresa AySA, ha implementado una serie de medidas para contener el brote. Entre ellas, se han distribuido kits de desinfección, camiones cisterna con agua potable y se han realizado análisis bacteriológicos en el Instituto Biológico Dr. Tomás Perón. Hasta ahora, los resultados preliminares indican que el agua de red no está contaminada, pero se espera la confirmación de la fuente de infección en los próximos días.

Cuatro de los pacientes afectados permanecen internados, dos de ellos en cuidados intensivos, mientras que el resto está bajo seguimiento médico. Las autoridades han alertado a las clínicas y hospitales de la zona para la detección temprana de nuevos casos y han intensificado las campañas de sensibilización sobre la importancia de la higiene y el consumo de agua potable.

El último brote de fiebre tifoidea registrado en Argentina ocurrió en 2004, lo que subraya la rareza de esta enfermedad en el país. Sin embargo, expertos advierten que las condiciones de saneamiento deficientes y el acceso limitado a agua potable pueden facilitar la propagación de este tipo de infecciones. "El agua de pozo, aunque parezca limpia, puede contener bacterias peligrosas como la Salmonella Typhi. Es crucial garantizar su tratamiento adecuado", señaló Francisco Dadic, toxicólogo consultado por los medios.

La situación sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades, quienes han instado a la población a extremar las medidas de higiene y a consultar a un médico ante la aparición de síntomas compatibles con la fiebre tifoidea. Mientras tanto, los análisis en curso serán clave para determinar el origen exacto del brote y evitar futuros contagios.